El Queen Mary 2 abandonó poco después de las seis de la tarde de ayer la bahía del puerto de Las Palmas después de lanzar tres ráfagas de tres golpes de sirena, mientras la música contratada para la ocasión hacía los honores a pie de barco. Junto a él, el otro crucero atracado en el muelle de Las Palmas, el Balmoral, intercambiaba también otros tres bocinazos de despedida. Su marcha coincidía con el oscurecer del día, mientras los visitantes resaltaban la "imagen impresionante" que había dejado su breve escala.

La naviera Cunard tiene previsto volver a la ciudad dentro de un año con dos escalas casi seguidas en noviembre y diciembre, ya que a partir de ahora tiene prevista una presencia más activa.