Un grupo de vigilantes entregó ayer en el Registro del Ayuntamiento unas 3.000 firmas de vecinos de la capital grancanaria que reclaman que se restablezca la vigilancia privada en los diez parques vallados. El Ayuntamiento suspendió el pasado mes de octubre la vigilancia privada en horario de mañana y de noche y sólo se mantiene entre las tres de la tarde y las once de la noche. Ello ha provocado el despido de 27 vigilantes. Frente a los argumentos del Ayuntamiento, que dice que no tiene dinero para seguridad, los trabajadores señalaron ayer que el canon variable, con el que se pagaba la seguridad, tiene 2,3 millones previstos para ello. El presidente de la asociación de vecinos 30 de Mayo, de Cruz de Piedra, Felo Morera, denunció que la falta de vigilancia se nota ya en el mal estado de los parques.