Los negocios del Muelle Deportivo están haciendo su particular agosto en estos días con la presencia de los 232 barcos y gran parte de los 1.200 tripulantes que participarán en la regata ARC. Los establecimientos coinciden en que las ventas se llegan a duplicar en muchos casos y, sobre todo, valoran que las compras dejan un beneficio generalizado a muchas empresas de la ciudad. Se estima que los regatistas gastan cerca de 1,5 millones de euros en compras, atraques, servicios, provisiones, restaurantes y hoteles.

"En estos días se nota muchísimo las ventas, y se hacen compras grandes". Sara Rodríguez trabaja en el supermercado Rower, que en estos día suele estar más atareada de lo habitual gracias a la llegada masiva de participantes. Una visita "que siempre se agradece".

Javier Roldán, gerente del restaurante Pier 19, coincide con Sara Rodríguez en que las ventas se duplican y hasta se triplican en estas jornadas previas a la salida. Sobre todo, en un momento en el que la aplicación del cobro por el aparcamiento generó la espantada de aquellos clientes que desconocen que pueden disponer de seis horas gratuitas. El gerente recalca que la regata "supone una fuerte inyección económica para toda la ciudad, y no sólo para unos pocos". Y recuerda que la prueba significa la llegada de 1.200 tripulantes, que tienen que hacer compras para la travesía que van a emprender.

Lorenzo Hernández, de la tienda de material náutico Lavy Sub, recalca que se trata de una clientela de poder adquisitivo que hay que mimar, porque dejan bastante dinero en compras.

En la misma línea, Juan Carlos Rodríguez, de la tienda de accesorios Rolnautic y Mar Mare, especializada en ropa náutica, reafirma que esta semana alcanza el tope máximo de ventas en un periodo de alta actividad. Y, sobre todo, en el caso de la vestimenta, "que es más impulsiva". Rodríguez dice que la semana de la ARC es equiparable al día antes de Reyes, dentro de un periodo de muchas ventas para ellos como es noviembre.