El proyecto que hicieron los arquitectos Elsa Guerra y Joaquín Casariego para convertir el Estadio Insular en un gran parque no se materializará porque los responsables del Cabildo grancanario y el Ayuntamiento capitalino acaban de tumbar dicha posibilidad. El presidente insular, José Miguel Bravo de Laguna, y el alcalde de la capital, Juan José Cardona, anunciaron ayer que convertirán el viejo y abandonado recinto deportivo en un parque deportivo con piscina, gimnasio y canchas de pádel, al que se añadirá un centro comercial y aparcamientos.

El proyecto tendrá un coste que rondará entre los 15 y 20 millones de euros, con una construcción inicial de sólo 200 aparcamientos. Según Bravo de Laguna, no se descarta hacer 750 plazas, aunque inicialmente se construirá una parte, ya que de lo contrario el coste se dispararía hasta los 60 millones.

Se hará, dijo Cardona, algo parecido al parque de Las Rehoyas, al que la gente podrá acudir a pasear, correr y hacer deporte a "precios razonables". Según el alcalde, "esta zona de la ciudad carece de equipamientos deportivos y por eso queremos convertir el viejo Estadio Insular en ese lugar a donde los ciudadanos pueden acudir a hacer toda clase de deportes".

Ambos responsables anunciaron también que se modificación el Plan General de Ordenación, cuya adaptación está pendiente de aprobación por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac), para "unificar" la superficie comercial del estadio, que se encuentra "compartimentada" en pequeños locales comerciales en el planeamiento aprobado por la ciudad. Tanto Bravo como Cardona insistieron en que no se trata de ampliar la superficie comercial, que "se mantendrá en los 2.200 metros cuadrados que existen ahora", sino de unificarla para hacerla más atractiva a los futuros aspirantes a optar a dichos comercios.

Especulación

"Aquí, no nos engañemos, hace falta una colaboración pública y privada para realizar el proyecto", sostuvo Bravo, quien se apresuró a decir que "no va a haber un uso especulativo de ese espacio que es muy importante en la ciudad. Lo único que vamos a hacer es permitir un uso comercial para poder compensar la inversión que se va a hacer".

El futuro proyecto mantendrá las fachadas de Pío XII y Manuel González Martín, ya que están protegidas, y demolerá la que da a los túneles de Julio Luengo. Los responsables políticos barajan mantener la grada curva y sus 9.000 plazas porque no descartan que el recinto pueda ser utilizado para conciertos.

En cualquier caso, señalaron que será el proyecto definitivo, que saldrá a concurso de ideas, el que establezca qué actividades deportivas y qué usos tendrá el histórico recinto.

De momento, el Cabildo piensa realizar durante el primer trimestre del próximo año una limpieza del estadio, que incluirá la demolición de las gradas y de instalaciones que están obsoletas, así como una desratización, para ponerlo en condiciones, por lo menos, "de ser visitado". Bravo y Cardona, que aseguraron que en esta ocasión "no habrá discrepancias, ni celos, ni protagonismos" entre las dos instituciones, indicaron que se pretende que la obra se inicie en 2012 y que los ciudadanos puedan empezar a usarla en 2013.