La regata ARC está llena de aspectos contrapuestos. Por un lado se han inscrito participantes de hasta 79 años, pero también menores de 11 años, al igual que hay catamaranes y un trimarán que aspiran a llevarse la victoria, y hay patrones que sólo disfrutarán de la travesía con su familia. En esta misma línea, el Muelle Deportivo acoge en estos días la embarcación más grande, la Ocean's Seven2, con bandera francesa y casi 32 metros de eslora, mientras en uno de los pantalanes interiores pasa desapercibido un pequeño velero noruego de apenas 9,60 metros llamado Tur-bo, que sobresale por su enseña pirata. Pero todos ellos se enfrentan a partir de mañana al mismo reto de llegar al Caribe cruzando el Atlántico.

Matthew Satchwelle es el joven capitán de la embarcación más grande. Tiene 26 años y, al igual que el resto de la tripulación, se afana en ordenar el barco y llenar el depósito de combustible, tras su llegada a última hora. El australiano patroneará un enorme velero con un único palo y casi 32 metros de eslora, aunque detrás de sí cuenta con una amplia experiencia, según relata.

"Este es un barco muy confortable, pero también es muy rápido: puede alcanzar los 25 nudos, pero fácilmente puede estar entre los 16 y 17 nudos", señala Mattew Satchwell, que aprovechará esta competición para reposicionar durante esta temporada de invierno el barco en el Caribe, donde podrá ser alquilado. Aquí se encuentra como invitado, por superar las dimensiones máximas.

El velero es propiedad del armador francés Jean Phillipe Chomette, y está construido para clientes que quieran disfrutar de la navegación. Cuenta con una zona para la tripulación y otra para los huéspedes, "accesible para todas las edades". De ahí que en su equipamiento disponga de sus propios kayaks, tablas de windsurf, esquí náutico y de otros equipamientos, como una nevera por camarote.

'Dinghies' y drags

Muy lejos de los lujos del Ocean's Seven2, un grupo de marineros tratará de llevar al pequeño velero noruego Tur-bo a buen puerto, aunque eso les suponga pasar estrecheces. El barco es propiedad de Mads Tonnesson, y tiene apenas 9,60 metros pero les sirve para lanzarse a muchas aventuras que luego narran en su propia web. Entre ellas, su vida en los últimos días en Las Palmas de Gran Canaria, con fotos de uno de los integrantes con drag queen, el desfile de presentación, los dinghies y las distintas fiestas a las que han asistido en la previa a la regata.