La Dirección General del Menor y de la Familia del Gobierno de Canarias asegura en un informe que Iván L. B., el joven discapacitado que deambula por las calles desde hace seis meses, "no cuenta con las habilidades ni la autonomía adecuada que le permitan hacer frente a la vida adulta sin que le supongan un riesgo para sí mismo".

Iván cumplió los dieciocho años el pasado mes de mayo, momento en que el centro de menores donde se encontraba acogido lo puso en la calle. El expediente de incapacidad, que le hubiera prorrogado al área de Menores la custodia del joven, se presentó en el juzgado tan sólo catorce días antes de que alcanzase la mayoría de edad, por lo que Iván se quedó sin un hogar adecuado a la discapacidad psíquica del 40% que sufre y los problemas de adaptación que ha presentado mientras ha vivido como un menor institucionalizado.

En concreto, en los análisis que la Administración ha realizado sobre la situación de este joven discapacitado, se advierte que "debe tramitarse la declaración de incapacidad porque, su problemática y su relación sociofamiliar, le impiden el cumplimiento de la vida adulta de forma normalizada".

Por todo ello, el área de Menores, solicitaba la "admisión de Iván en un centro de atención para discapacitados del Cabildo de Gran Canaria", pero esto no llegó a producirse pese a que se cursó dicha solicitud en noviembre del año 2010.

El pasado 13 de mayo, día en que Iván cumplió la mayoría de edad, debía haber sido trasladado a un centro para personas discapacitadas, según los propios informes emitidos por el Ejecutivo Regional. Sin embargo, fue su madre, María del Carmen B. F., quien que le esperaba a la salida del centro de acogida y la que le cobijó bajo su techo hasta que la convivencia se hizo insoportable por la conducta que su hijo mostraba.

Iván salió del hogar familiar para vivir en la calle. En poco tiempo, había pasado de residir en un entorno controlado, con una medicación regular adaptada a su discapacidad y a sus problemas mentales, a dormir en la calle como un indigente viviendo de la caridad de las personas, una situación que le ponía en riesgo dado su precario estado mental.

En los seis meses que este joven discapacitado ha vivido a la intemperie, se le ha podido ver en varios lugares del Archipiélago canario. Al principio, se marchó a Santa Cruz de Tenerife y acampó con los integrantes del Movimiento del 15-M. Al ser desalojados los campamentos por los agentes de la Policía, volvió a Gran Canaria y se dejó ver por los alrededores del Parque San Telmo y la zona de Maspalomas. Por último, en el mes de noviembre se ha instalado en Lanzarote, donde ya es uno de los indigentes conocidos por los vecinos de Arrecife.