La Audiencia Provincial de Las Palmas ha condenado a 22 años de prisión al hombre declarado culpable de asesinato por un tribunal jurado tras matar a su exmujer a puñaladas en el aparcamiento del centro comercial Hoya de La Plata de Las Palmas de Gran Canaria el 15 de junio de 2009.

Además, Francisco Nicolás R.H., de 60 años y declarado culpable con las agravantes de alevosía y ensañamiento del asesinato de Maximina del Rosario Rodríguez Déniz y de malos tratos habituales a ella y sus tres hijos, tendrá la "prohibición de acercarse de cualquier forma" a éstos durante 29 años, según una sentencia que la Sección Segunda de la Audiencia Provincial ha hecho pública hoy.

El pronunciamiento de la Sección Segunda, emitido ayer, menos de una semana después de que el tribunal jurado formulara su veredicto el pasado viernes, y contra el que cabe interponer recurso de apelación, impone también al enjuiciado la obligación de indemnizar a cada uno de los hijos de la víctima con la cantidad de 36.000 euros, hasta sumar 108.000 euros en total.

Además, se le condena al pago de las costas procesales, incluidas las de la acusación particular promovida por sus hijos, según se especifica en la parte dispositiva de la sentencia.

La condena de prisión impuesta es inferior a la que solicitaban tanto el Ministerio Fiscal y la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, el Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que pedían para el asesino 26 años de cárcel, como la que reclamaba la acusación particular, de 28 años.

Esos 22 años de cárcel fueron, por contra, los que solicitó como pena la defensa del procesado tras emitirse el veredicto del jurado.

En la sentencia conocida hoy, que relata que el ahora condenado engañó a su exmujer para que quedara con él en el centro comercial donde la mató con la excusa de que iba a darle unos papeles derivados de los trámites posteriores a su divorcio, se establece que "la finalidad del acusado, cuando realizó la llamada (para quedar con ella), era la de acabar con la vida de su exesposa".

Y se añade que asaltó a la víctima con un cuchillo de cocina de grandes dimensiones que traía de su casa y cuando ésta "se encontraba de espaldas y no se daba cuenta de lo que pretendía el acusado", que le hizo un corte en el cuello y le dio puñaladas en el costado y en el tórax hasta alcanzarle el corazón, tras lo cual la mujer cayó al suelo, donde falleció poco después.

Destacando que "Maximina, ante lo sorpresivo y brutal de la agresión, no pudo defenderse más que protegiéndose con las manos, que también resultaron con cortes".