Con caviar y vino blanco comenzó el pasado jueves la nueva andadura del Mercado del Puerto, una institución centenaria que busca renovarse y para ello se mira en el espejo de otras lonjas de la Península como San Antón (Madrid) o la Boquería (Barcelona). "Queremos que con esta inauguración empiece a andar el nuevo proyecto del Mercado del Puerto que es un brillante que aún está por pulir", afirmó después de cortar la cinta inaugural de su local, José Sebastián Martínez.

Él y sus socios son los dueños de la tienda de caviar y cangrejos La Casa del Cangrejo Real Ruso, que además vende champán francés, y que abrió sus puertas el jueves por la noche dentro del nuevo espíritu comercial del viejo Mercado: ofrecer algo más que naranjas, chopped y cherne a los clientes. Martínez y su familia llevan 33 años regentando un local en una de las fachadas del Mercado, una tienda especializada en vender todo tipo de productos a los marinos rusos que deambulan por el Puerto. De esos contactos surgió la idea de vender en la ciudad productos típicamente rusos y de ahí a abrir una tienda con un look muy moderno y muy alejado de lo que es un mercado tradicional.

"Este es el pistoletazo de salida a la nueva idea", explica Juan Francisco Trujillo, presidente de la sociedad cooperativa que gestiona el Mercado. "Hay que adecuarse a la oferta de consumo actual y convertirlo en punto de referencia turístico y gastronómico, cuando coinciden en Santa Catalina dos o tres cruceros hay más de 3.000 turistas deambulando por el Puerto que deben de tener al Mercado entre los ejes de visita obligatoria junto a Las Canteras, el Castillo de La Luz y el parque de Santa Catalina".

La idea del viejo mercado de hierro de convertirse en referencia turística va unida a un cambio radical de imagen que ya empieza a fraguarse. Al local del caviar y cangrejos rusos seguirá en pocas semanas otro local de encurtidos y otro de mariscos a la plancha. La idea es que el mercado se convierta en un compendio de pequeños bares y locales de degustación con barras, mesas altas y banquetas donde los visitantes puedan picotear tanto dentro como fuera del recinto. Para ello, la dirección del Mercado se reunió el pasado miércoles con una treintena de restauradores de la ciudad interesados en abrir un pequeño local de degustación en alguno de los seis puestos disponibles ahora mismo. "Hemos abierto un plazo de recepción de ofertas y proyectos y si se acomodan a la nueva imagen que queremos darle al Mercado no habrá inconveniente en alquilarles algún puesto", afirmó el gerente, Antonio Ramos.

Según sus cálculos, es muy probable que para Carnaval ya haya diez puestos de degustación abiertos en el Mercado con pequeñas terrazas. Para facilitarlo, los cooperativistas del recinto decidieron recientemente ampliar el horario de cierre hasta la medianoche.