El director del Heidelberg, Miguel Ángel Montenegro, explica que lo que siempre ha caracterizado al centro es el "buen clima escolar" que se ha dado entre el profesorado, los padres y los alumnos. Según Montenegro, todos han asumido las "tres erres: responsabilidad, respeto y receptividad".

Con el paso del tiempo, el Heidelberg han ido sumando otros valores a sus famosas tres erres. "Hace unos años incorporamos las tres eses: solidaridad, sostenibilidad y seguridad, entendida como autoestima", explica el director.

En la actualidad, el colegio colabora con la asociación Unicef y se ha creado una fundación para fomentar y apoyar las iniciativas públicas y privadas que favorezcan el bien común de la sociedad canaria.

El director del Heidelberg asegura que el centro no es nada elitista aunque es consciente de que las familias tienen que tener un holgura económica para comprar la acción que permite ser socio de esta particular cooperativa, cuyas acciones se venden cuando los hijos salen del centro.

Montenegro señala que el director es la primera autoridad en el colegio, pero que todas las iniciativas terminan por aprobarse por "consenso".

Los padres -los cooperativistas- tienen un gran papel, pero también está delimitado en los estatutos al igual que el del consejo de administración.

Aunque en el centro imparte enseñanza desde los tres a los 18 años, uno de sus objetivos es ampliar la enseñanza a los dos años y el Bachillerato a otras modalidades.