Los camioneros de La Luz se plantan por las largas esperas para retirar contenedores. El colectivo reclama mayor agilidad para evitar la pérdida de tiempo en las puertas de las terminales de estiba del Puerto, que les obliga a dejar de prestar entre 60 y 70 viajes diarios según la patronal, con un coste aproximado de casi 160.000 euros al mes. La Federación de Empresarios de Transporte (FET) exige que se establezcan nuevas fórmulas para organizar el servicio.

El conflicto de los transportistas ha estado a punto de bloquear toda la actividad del Muelle, aunque al final se han dado una tregua tras la mediación del presidente del Puerto, Luis Ibarra. El sector se resiste a soportar esperas de hasta tres horas en las puertas de las terminales para poder entrar a cargar contenedores.

El presidente de la Federación, Agustín Espino, asegura que las terminales portuarias están castigando a los transportistas con demoras que les están generando un gran coste económico, además de un perjuicio en la organización de las propias empresas. Espino señala que el colectivo es la parte más débil en un problema que, según apunta, tiene su principal incidencia en Opcsa, donde sufren las mayores colas, ya que han detectado un excesivo retraso en las operativas de descarga de los barcos.

La patronal considera que hay que buscar fórmulas para agilizar el servicio de entrega, reduciendo el actual tiempo de espera, que, según su presidente, debería limitarse a media hora, frente a los 45 minutos acordados cuando la plataforma estaba aún en obras.

Agustín Espino espera concretar una reorganización de este servicio con el Puerto, después de que el presidente, Luis Ibarra, evitara un conflicto que podría haber paralizado la actividad portuaria. En este sentido, apunta que el medio centenar de camioneros que operan en el puerto está perdiendo por esta paralización entre 60 y 70 servicios diarios, con un coste de casi 160.000 euros al mes.

Mientras, los operadores señalan que la peligrosidad que entraña la operativa en las terminales limita la entrada de los camiones, por lo cual se establece un máximo de vehículos en el recinto al mismo momento por motivos de seguridad.

Los transportistas presentarán al Puerto fórmulas para acelerar las entregas, entre las que se incluye establecer horarios de trabajo, para evitar tener que repercutir a los clientes el coste de estas demoras, sobre todo cuando se trata de una actividad dominada por pequeñas empresas.