El disgusto de sufrir un asalto en un cuarto trastero del aparcamiento se ve incrementado no sólo por la pérdida de objetos de valor sino por lo que cuesta el arreglo posterior de la puerta forzada, una factura que suele rondar los 200 euros.

Según varios cerrajeros, las puertas de los trasteros de los edificios nuevos son muy fáciles de forzar ya que sus cerraduras carecen de cilindros de protección. "Todas las puertas son iguales, con cilindros estándar y se fuerzan fácilmente", aseguró el cerrajero Ángel Santana. Los técnicos añaden que también facilita el asalto la "endeblez" de las puertas, de acero galvanizado que cierran los trasteros, generalmente huecas por dentro.

Los cerrajeros calculan que reparar cada puerta de un trastero forzado cuesta entre 80 y 120 euros. Muchas veces la puerta queda tan deteriorada por la ganzúa o palanca que hay que poner una nueva. Además de la puerta y un bastidor nuevos, se cobra la mano de obra, lo que eleva la factura a casi 200 euros.

Normalmente son los seguros los que se hacen cargo del pago. "Sí hemos tenido que pagar varias puertas más de lo habitual en la zona de Siete Palmas", reconoció el empleado de una aseguradora que prefiere quedar en el anonimato.