Yo he pedido una guitarra, una bici y una pista de Bey Blade", dice Daniel. "Yo, una mini Lalaloopsy, los pokemon y un despertador de animales", añade Andrea. "Yo no les he podido dar la carta porque la tengo en el ordenador y todavía no la he imprimido", se lamenta, a sus seis años, David. Con estas cartas y las de otros cientos de chiquillos que ayer pasaron por el parque de Las Rehoyas, partieron ayer los pajes de sus majestades los Reyes Magos hacia Oriente. Con el fin de hacer realidad los sueños de los chiquillos lo antes posible, los pajes llegaron y abandonaron el parque de Ciudad Alta al galope en caballos.

La ya tradicional recogida de juguetes organizada por el Complejo Deportivo Las Rehoyas volvió a congregar a cientos de padres y a una enorme chiquillería que alucinó cuando vio llegar a los pajes con sus vistosos trajes sobre tres caballos. La fiesta se concentró en las canchas cubiertas del complejo, por si la lluvia, un espacio en el que además de recoger las cartas, se convirtió en foco de diversión para los más pequeños. Los castillos hinchables volvieron a ser la estrella de las actividades a la que también se sumó la globoflexia y el maquillaje.

"Esperamos que al final de la mañana hayan pasado por aquí cerca de 600 personas", comentaba ayer al mediodía el director del Complejo Deportivo Las Rehoyas, Carmelo Pérez, "durante todo el mes de diciembre que llevamos haciendo la campaña de recogida hemos tenido una respuesta extraordinaria de los socios y los vecinos".

La solidaridad de los usuarios de canchas y piscinas se tradujo en decenas de juguetes, varios kilos de alimentos y unos cuantos cientos de euros que el presidente de la Casa de Galicia, Ricardo Villares, agradeció con el fin de hacer más llevadera la Navidad a los miles de ciudadanos sin recursos que les han pedido ayuda.