La escultura de Martín Chirino Lady Mediterránea ha estado virtualmente perdida durante tres meses mientras estaba bajo la custodia por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria tras su exposición en Triana dentro de los actos de la candidatura de Las Palmas de Gran Canaria a Capital Cultural Europea 2016. En realidad, la obra está en un taller de Arucas especializado en trabajar el bronce, propiedad del empresario al que se encargó en septiembre trasladarla desde la Calle Mayor hasta el sur de la Isla para su emplazamiento definitivo en una rotonda de la zona turística. Y no es que quisiera quedársela, sino que simplemente se quedó sin dinero para financiar los permisos necesarios para su desplazamiento.

La tardanza en llevar a cabo el traslado debió preocupar al propietario de la escultura, Alejandro del Castillo, que requirió varias veces al empresario, pero sin ningún éxito, siempre con alguna disculpa o dando largas. Hasta el alcalde Juan José Cardona tuvo que intervenir para localizar la escultura perdida. Según la versión municipal, el empresario, sumido en sus problemas económicos, declaró en quiebra su empresa, un taller de bronce con el que suele trabajar el propio Martín Chirino, y dejó la escultura dentro, bloqueada, porque no había con qué financiar el traslado, a pesar de que el Ayuntamiento, explicaron ayer fuentes municipales, le había abonado en su día la factura por sacar de Triana tanto esa obra como las otras tres que decoraron la Calle Mayor entre mayo y septiembre pasados: El Pensador, Raíz y La Espiral del Viento. Éstas fueron a parar a donde debían: la primera, a un taller de la capital para una reparación antes de regresar al Campus de Tafira, su sitio original; la segunda, a Infecar; y la tercera, se reubicó frente al parque San Telmo.

Para desbloquear la situación, Cardona tuvo que insistir varias veces durante las dos últimas semanas para desbloquear el asunto. "Al final, el empresario ha podido pagar y hoy mismo [por ayer] se ha resuelto el problema", señalaron fuentes de la Alcaldía. De este modo, Lady Mediterránea podrá viajar al Sur como quiere su propietario, que donó la misma a la colección de la compañía de aguas Elmasa.

Este periódico intentó ayer, sin éxito, conocer la versión del empresario que guarda la escultura en su taller.