La recogida de juguetes no se reducía ayer sólo a una cola para ver a los pajes de los Reyes Magos, sino que los niños solidarios también pudieron disfrutar de una jornada llena de actividades después de hacer su buena acción. El evento tuvo lugar en la plaza de Stagno, en la trasera del teatro Pérez Galdós, por segundo año consecutivo con un éxito de participación que llegó incluso a hacer olvidar aquellas tradicionales campañas en la Santa Ana.

La llegada de los pajes estuvo animada por los gaiteros de la Casa Galicia y una batucada, a la que le siguieron diferentes actuaciones infantiles y una docena de talleres donde los menores, de entre tres y 12 años, pasaron un día diferente. "Es una gran idea para los más pequeños y para los padres porque así evitamos que estén aburridos en casa", decía Bibiana Cruz, madre de Taidia, de siete años, que pintaba una tarjeta de Navidad en compañía de otros menores.

Como monitores tenían a varias azafatas del teatro Pérez Galdós que dejaron sus trajes colgados para ayudar a los niños a hacer manualidades. "Toda la plantilla está aquí colaborando en este día tan especial", explicaba Míriam Ramírez, azafata del teatro y estudiante de Trabajo Social. Otros jóvenes que no dudaron en ayudar a la organización fueron los monitores de los Scouts de Vegueta, como Néstor Feijoo, que enseñaba a los niños a hacer flores con servilletas de papel o monigotes con harina y globos de plástico.

Algunos pequeños preferían las actividades deportivas y practicaban tiro con arco o se subían a unos zancos. También otros se movían como podían sobre gigantes pelotas de plástico o se tiraban en los castillos hinchables. Gracias a estas actividades, la plaza de Stagno se convirtió en un hervidero de carritos de bebé, niños corriendo y encuentros familiares previos a la Navidad.