La presencia del Rainbow Warrior III para labores de mantenimiento dentro de su viaje inaugural supone un "valor añadido" para la imagen de La Luz como un "puerto seguro y europeo". Así lo valoró ayer el presidente de su Autoridad Portuaria, Luis Ibarra, tras entregarle una metopa de bienvenida al capitán del buque, Joel Stewart, y declararse socio de la organización ecologista desde hace 26 años.

Ibarra reconoció que en el pasado el puerto de Las Palmas registró problemas con la pesca congelada tras algunas denuncias de ONG y por eso "es importante que Greenpeace, al estar posicionado aquí, sepa que somos un puerto que cumple más que nadie con todo lo que son restricciones pesqueras".

El buque de Greenpeace intimida sólo con su presencia. Un barco que tenía previsto reparar junto al Guerrero del Arco Iris III, en español, desestimó el atraque en la zona y algunos pesqueros han preguntado por los motivos de la estancia de la nave en el muelle Reina Sofía.

Tras agradecer el reconocimiento, Stewart destacó que en su 40 años de existencia es la primera vez que han diseñado y construido un barco específicamente para sus usos que "es muy bueno y eficiente" y "una plataforma ideal de campaña".

El capitán del Warrior III recordó que están inmersos en una campaña contra el cambio climático por lo que viajarán a Nueva York para pedirle a Estados Unidos que no siga construyendo plantas de carbón ya que es "un desastre ecológico". La expedición continuará su misión por el Amazonas para protestar por la deforestación que sufre el mayor bosque del planeta.