La cuarta prueba de las oposiciones para cubrir 71 plazas de policías locales en la capital grancanaria ha resultado una auténtica escabechina que impedirá cubrir la totalidad de las vacantes convocadas. Sólo 30 aspirantes, de los 168 que se presentaron, han superado la prueba de ortografía, que ha sido calificada de "abusiva" y "extremadamente difícil" por los opositores suspendidos. Cerca de cien aspirantes han recurrido la prueba y los sindicatos UGT y USP han pedido al Ayuntamiento que repita el examen o convoque una nueva oposición de manera urgente para cubrir las 71 plazas vacantes.

El suspenso masivo sólo permitirá al Ayuntamiento cubrir 30 vacantes de agentes municipales, y eso en el mejor de los casos, contando con que todos sean capaces de superar la última prueba que queda, un supuesto práctico en el que los opositores tendrán que resolver un problema de tráfico.

Fuentes del gobierno municipal descartaron repetir el examen ya que, aseguraron, dicha decisión es competencia del tribunal encargado de elegir el tipo de pruebas y de corregirlas. "El tribunal valoró inicialmente la posibilidad de repetir la prueba, pero finalmente" decidió seguir adelante, porque ha habido aspirantes que la han superado, informaron las fuentes.

La prueba consistía en detectar en 10 minutos las 47 faltas ortográficas que se habían introducido en 22 frases. Los opositores tenían que escribir correctamente en un folio las palabras con faltas y no podían tener más de 10 errores. Uno de los opositores suspendidos expresó ayer su malestar por la prueba, que calificó de "jugarreta". "Te quedas con cara de tonto ante un palo de estas características, después de estar tres años trabajando en las oposiciones y haber superado las tres primeras pruebas. Hay filólogos y maestros que han suspendido, porque el tiempo fue insuficiente y las explicaciones que se dieron al inicio de la prueba eran confusas". Esta es la primera vez que se introduce esta prueba ortográfica para acceder a la Policía Local, cuyos aspirantes acceden, también por vez primera, con el Bachiller. "La gente tomó como referencia la prueba de la Guardia Civil", explicó el opositor, "en la que tienen que descubrir las faltas de 12 frases en doce minutos. Te señalan la palabra y tú dices si está bien o no".

Tanto USP como UGT consideraron "excesivamente alto" el grado de dificultad de la prueba por el "poco tiempo que se dio". "A lo mejor", aventuró José Antonio Alonso, representante de UGT, "es que el gobierno municipal no quiere cubrir todas las plazas para poder contratar más directores generales".