Tres de los cuatro elevadores (ascensores o escaleras) que el Ayuntamiento ha instalado en los Riscos de la ciudad en el último año y medio siguen sin estar operativos pese a que la última de las obras se dio por finalizada en diciembre pasado. Esta apuesta por dotar de accesibilidad a los barrios con los problemas de orografía más acuciantes conllevó una inversión global de 1,8 millones que se costearon con cargo al Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local (Feesl) de 2010, más conocido como plan Zapatero.

Los barrios afectados son San José y San Juan, San Antonio y Lomo Verdejo, cuyas escaleras mecánicas o ascensores están totalmente terminados pero con las entradas precintadas. La única infraestructura de este tipo que funciona correctamente es la conexión de la avenida Primero de Mayo con el Risco de San Nicolás, precisamente la escalera mecánica que inauguró el anterior alcalde socialista, Jerónimo Saavedra, poco antes de las elecciones. Aquella inauguración pareció una premonición de lo que iba a ser todo el proyecto ya que la citada escalera dejó de funcionar a las dos horas de que el regidor la estrenara.

El actual gobierno local del PP heredó esta obra del plan Zapatero y, como muchas otras que impulsó el anterior mandato del PSOE, no ve la forma de ponerlas en marcha y darle uso como ocurre con el parque de las Creaciones en el antiguo cuartel Manuel Lois. Aunque el actual gobierno local no se ha pronunciado, fuentes cercanas al Ayuntamiento aseguran que estos tres elevadores que están sin uso están pendientes aún de su conexión a la red eléctrica, un problema que se ha repetido en otras infraestructuras del plan Zapatero heredadas por el PP.

A pesar de las bondades que a priori estos dispositivos facilitan a los vecinos, en algunos barrios consideran que el gasto (entre 300.000 y 700.000 euros por instalación) es excesivo y que había otras prioridades. Es el caso de San José. "En nuestro barrio hacían falta escaleras en otras zonas con más casas y población, donde han puesto el ascensor no cubre muchas necesidades", denuncia Antonio García, de la asociación vecinal, "además, hay otras necesidades en el Risco como mejorar las alcantarillas, las aceras o el asfaltado".

En San Antonio, sin embargo, sí echan de menos la escalera mecánica. "A mí me vendría estupendamente porque me subo varias veces al día la cuesta esta", aseguró Miguel, un vecino de 87 años que baja a buen ritmo, pese al bastón, los más de 100 escalones de la calle Bosch y Sintes, junto a paseo de Chil.