El barrio de El Lasso (Las Palmas de Gran Canaria) vive un proceso de desintegración total. Sin ayudas y sin proyectos con los que lograr un incremento de la cohesión social las salidas para el futuro parecen pocas. La directora del colegio León, Rosa Ontanillas, y el catedrático de Psicología Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, José Antonio Younis Hernández, debaten en estas páginas sobre los problemas y posibles soluciones para El Lasso. El punto de partida, un estudio realizado por los alumnos de la diplomatura de Trabajo Social de la ULPGC que descubrió una situación dramática en la zona.

INTERVENCIONES

Younis: "La escuela se ha convertido en un elemento dinamizador del barrio"

Rosa Ontanillas (RO): El Lasso como barrio tiene muchísimos problemas, pero toda la polémica surge por el estudio psicosocial que hiciste José Antonio. Salieron a la palestra todas las deficiencias que tiene el barrio, sobre todo, las sociales. Esto fue lo que generó la alarma porque en mi opinión, en algunos barrios, como Jinámar o Tamaraceite se han realizado intervenciones, pero en el barrio de El Lasso, no se ha hecho ninguna: ni social, ni de infraestructuras, de mejora de servicios... Nada.

José Antonio Younis (JA): Es que hay que convertir en un asunto público cómo están determinados barrios para que se les preste atención desde la clase política. Y, ¿qué nos encontramos aquí? De alguna manera lo has apuntado Rosa, el entorno de estructuración social de la familia, el desempleo, la economía sumergida, los proyectos vitales de la gente que tiene pocos recursos... La escuela del barrio se ha convertido en una especia de elemento dinamizador del barrio.

RO: En el distrito Sur está todo muy mal, pero en los barrios de San Cristóbal o de Zárate hay varios centros educativos, hay recursos, servicios, tienen un polideportivo... Es decir, disponen de muchas cosas que aquí no tenemos. El único referente para la gente de El Lasso es este centro. Por eso de aquí emanan las pocas iniciativas que existen para intentar mejorar la estructura social.

DESESTRUCTURACIÓN SOCIAL

Younis: "No importa que la zona sea pobre, lo necesario es la cohesión"

JA: El propio proceso educativo sufre la incidencia de todo ese entorno social en la calidad de vida de las familias y como dices, si no hay otros recursos, ni otras dotaciones, el colegio adquiere una importancia no solo simbólica sino material. Las fiestas y las cosas que se hacen aquí aglutinan mucha vida social. Las mismas personas, si no tienen empleo, si no tienen otros recursos, si no hay redes de apoyo o de solidaridad, no hay nada que hacer. No importa que un barrio sea más o menos pobre, el problema de un barrio, sobre todo, son las redes de solidaridad, de cooperación y de buena convivencia. y una de las deficiencias que encontró el estudio es que falta la cohesión social y el apoyo social mutuo.

RO: Hay una cosa muy clara: la falta de cohesión social es tremenda entre el vecindario. La desunión, la desvinculación, el pensar mal de otros... Creo que eso necesita de una intervención social o de una educación social en el entorno de las familias del barrio. Mientras que aquí no se atienda esto, no se podrá generar otro tipo de proyectos.tica en la zona.

POLÍTICAS

Younis: "Sin intervención política los proyectos quedan en nada"

JA: ¿Y hay voluntad política para hacer eso?

RO: Hasta ahora no. Hace un par de años se intentó iniciar un proyecto sociocomunitario: El Lasso unido avanza. Estuvimos todo un curso reuniéndonos distintos representantes del barrio, pero sin intervención política que respalden las propuestas... Fue un año que trabajamos un montón y se quedó en nada.

JA: El colegio actúa como centro dinamizador del barrio y como referencia identitaria. Las personas nos identificamos con modelos de comportamiento, con conductas morales positivas que nos ayudan a estar mejor con los demás. El colegio cumple un papel muy importante.

MEDIDAS PARA EL BARRIO

Ontanillas: "Hay gente que no se mueve ni para los cursos de adultos"

RO: Sí, pero el colegio no lo puede hacer todo. En El Lasso nunca ha habido ninguna intervención y cada vez estamos peor. Aquí hay mucha gente con paro, gente que no se mueve ni para ir a unos cursos de adultos en la Vega de San José porque no puede permitirse pagar un bono. Pienso que aquí hacen falta muchísimos educadores sociales de calle, que estén en contacto con la realidad y que eviten, por ejemplo, el absentismo. Deben estar en contacto con la gente, ver todas las movidas que hay, los trapicheos... Los educadores sociales serían la vía para trasladar a Servicios Sociales o al Distrito la problemática real de los ciudadanos del barrio.

JA: ¿Y las infraestructuras sociales?

RO: Hay un centro cívico, pero le hace falta una buena gestión, que lo lleven personas que estén preparadas y que haya un control.

JA: Para la buena gestión Rosa, disculpa, es verdad que tienen que tener formación, pero yo no lo entiendo como tener un título...

RO: No, no para nada.

JA: Y sí formarse para gestionar este tipo de cosas que son públicas y tienen que dinamizar una serie de cuestiones de la comunidad.tica en la zona.

EDUCACIÓN

Ontanillas: "A muchas madres les falta cultivarse para tener aspiraciones"

RO: Pero yo no me he referido a títulos. Lo que comentaba antes, perdona, es que hace falta educar a la ciudadanía, a las familias. El punto de vista sobre las prioridades o necesidades no las tenemos claras. Mucha gente me dice a mí que no puede pagar el comedor, por ejemplo, y tienen sus paquetes de cigarrillos. Pienso que eso hay que educarlo. Aquí hay madres jóvenes que necesitan una educación para atender y llevar adecuadamente la educación de sus hijos, saber desenvolverse, moverse y tener aspiraciones.

JA: Pero más que una formación instruccional, es una formación para dialogar, para sentarse, para organizar cosas en común, para tener proyectos que mejoren la calidad de vida, porque si no caemos en la ciudad de Platón: con los sabios y los intelectuales gobernando. Serán pobres, tendrán carencias, estarán en situaciones de exclusión y determinados déficits, pero tienen cabeza, que no sólo sirve para separar las orejas. Tienen elementos de juicios para juzgar y la gente aprende. En esos proyectos que tú dices -hay muchos movimientos a lo largo de España y los he visto- hay muchas técnicas para que la gente de los barrios se empodere, fortalezca sus propias iniciativas y resuelva sus propios problemas.

FALTA DE INFRAESTRUCTURAS

Ontanillas: "Los niños saltan las verjas para jugar en un centro cerrado"

RO: Otro de los problemas es la falta de servicios y de infraestructuras en el barrio. Hay un centro, que es del Ayuntamiento. Si este centro tuviese una vigilancia podría estar abierto para que lo disfrutasen los chicos. Los niños, de hecho, saltan las verjas para jugar.

JA: Y el campo de fútbol de aquí debajo está medio abandonado.

RO: Sí, pertenece al Cabildo. Hay tres campos de fútbol. Mira si hay espacio y nadie lo utiliza. Antes había un equipo pero ya no. Uno de ellos tiene sus aseos y está dotado de infraestructuras, pero se está echando a perder. Pertenece al Cabildo aunque si no hay vigilancia ni nadie que organice y gestione todo esto... Las instituciones tienen que intervenir.

JA: De todas formas, un problema social no se puede convertir en un problema deportivo.

RO: No sólo eso sino que, ¿quién tiene que llevar el mantenimiento de este lugar? ¿Quién se responsabiliza de él?

JA: Además, podrán participar si resulta que hay alguien que sea entrenador, pero claro, ¿eso quién lo pone? ¿El barrio? En el estudio aparece que las personas que más cohesión tienen y sentimiento de pertenencia son los mayores. Los jóvenes no. ¿Por qué? Porque cuando una persona es joven tiene proyectos, salir, abrirse, trabajar y al no tener elementos de participación: empleo, espacios de ocio y de reunión o encuentro de gente, no se sienten referenciados. En cualquier caso, en El Lasso la cuestión básica es económica. La economía está mal distribuida. Los barrios son el test de prueba de cómo funciona una ciudad bajo un modelo de organización económica. Ahora bien, independientemente de que la economía está mal distribuida. ¿Quién toma las decisiones para distribuir estos recursos que faltan?

RO: Efectivamente, la distribución de los recursos. Se lo dije a un consejero en una reunión una vez. La distribución no puede ser igual para un barrio del centro que para un barrio de la periferia. El barrio de la periferia siempre tendrá más necesidades y eso mismo pasa aquí. Fíjate en el colegio. ¿Por qué no ponen aquí una persona que vigile y lo dejan abierto para que venga la gente? Tienen los espacios. Sólo tienen que arreglar el patio, poner canastas nuevas y abrir las canchas deportivas. Con poner un solo vigilante de seguridad y con abrir esto los sábados los niños tendrían un lugar al que venir en lugar de estar en la calle. Aquí hay sitio para que vengan con las bicicletas, jugar al fútbol, al baloncesto... Con esto facilitarían las actividades y nosotros siempre hacemos lo que podemos. Una vez abrimos nuestra aula de informática para hacer un curso con los ordenadores. No tenemos problema en ceder las instalaciones.

SUPERVIVENCIA DEL BARRIO

Younis: "Hay una idea fortísima en la que la víctima se culpabiliza"

JA: Por una razón no pienso que el barrio vaya a desaparecer. Mientras haya exclusión social, no sólo pobreza, existirán estos barrios y sólo habrá esperanza para ellos si hay conciencia política. El problema es que hay una ideología fortísima de que la víctima siempre se culpabiliza a sí misma: "Yo que soy un desgraciado, que no tengo título, que no llego a nada", por ejemplo. Y eso pasa aquí, sale en el estudio.

RO: En ese sentido, José Antonio, el año pasado había aquí un alumno de sexto que contestaba a qué quería ser de mayor diciendo que quería ser mafioso. Preguntas a otros niños después y te contestan: "Yo quiero ser como mi padre". Las aspiraciones de los vecinos de El Lasso son bajísimas.