El párroco de la iglesia de San Pedro Apóstol, en el barrio de La Isleta, mantuvo la procesión de ayer noche, pese a coincidir su celebración con el inicio del partido más importante en muchos años que se recuerda por estos lares. Domingo Muñoz, el párroco, reconocía durante la mañana de ayer que la Roja era un competidor muy grande para San Pedro, pero señaló que en la misa y posterior procesión estarían los suficientes para sacar la imagen a la calle. La misa comenzó a las siete y Muñoz prometió realizar la eucaristía con agilidad para que los aficionados pudieran cumplir con su afición futbolera y su devoción al patrón. "Le pondremos una bandera a San Pedro, cada vez que España meta un gol", bromeaba Muñoz.

Lo cierto es el cura se porto y cuando Silva metió el primer gol de España, la misa, a la que acudió, entre otras autoridades, el alcalde de la capital grancanaria, Juan José Cardona, ya había concluido.

El párroco agradeció ayer la solidaridad de los vecinos de La Isleta, que han contribuido a que el comedor de la parroquia pueda cumplir con su cometido y atender a las ochenta personas que acuden todos los días este servicio para poder comer. "La crisis se nota de lleno", dijo Muñoz, en el comedor de Cáritas en la iglesia, pero "la solidaridad de la gente de La Isleta no ha dejado de existir. La gente es muy solidaria y cuando tú tocas, siempre responde la gente sencilla".

La solidaridad se notó también ayer durante la celebración del Rastro Solidario, en la que participaron, además de Cáritas, la Asociación Cultural Redes de San Pedro, cuyo presidente Francisco Santana, destacó la participación que han tenido las fiestas de San Pedro este año, gracias a la "creatividad y la responsabilidad de todos los vecinos".