¿Cuáles diría que son los problemas más acuciantes de Las Palmas de Gran Canaria?

Sin duda, el paro. Más de 55.000 personas en la ciudad. Yo sé que el Ayuntamiento tiene sus competencias muy limitadas en este asunto, pero cuando Cardona llegó a la Alcaldía responsabilizó a Jerónimo Saavedra de las cifras de paro, y hoy estamos batiendo récords. El Ayuntamiento no puede mirar para otro lado, porque la situación es grave. Hay miles de familias que no tienen ningún ingreso y eso nos puede llevar a una situación límite. Es necesario que solicite una entrevista con la consejera de Empleo, que se siente con ella y le reclame planes concretos para la ciudad. Eso no puede quedarse en un rifirrafe del concejal con la consejera, que si le coge el teléfono o que no, él debe asumir esa responsabilidad, cosa que no hace. Ante esta crisis, los servicios sociales deben primar en términos económicos y políticos, y precisamente, en la política que plantea el PP, esa es una de las áreas más castigadas...

Han anunciado, por ejemplo, que los dependientes que tengan que ir a una residencia han de poner su casa como aval...

El PP intenta que paguen la crisis los que no tienen la responsabilidad de haberla creado. El discurso político de Cardona está muy alejado de las preocupaciones de los ciudadanos. El paro, los servicios sociales, vemos que la limpieza ha dado marcha atrás, especialmente en algunas zonas... Parece que el alcalde tiene el mapa de la ciudad solo en algunas partes y no en otras. Los servicios públicos son más caros que hace un año, porque pagamos más en guaguas, en taxis, en grúas, en aparcamientos, y suben los impuestos. El ciudadano lo que no le perdona a un político es que falte a su palabra y él se comprometió a que iba a luchar contra el paro, a que iba a bajar los impuestos, a que los servicios públicos iban a ser mejores... y ha hecho todo lo contrario.

¿Pero no tiene que ver la coyuntura económica en todo eso?

Tiene que ver más con la ideología que con la coyuntura económica. Ellos conocían la situación que estamos viviendo y la capacidad que tiene el Ayuntamiento para afrontar esta crisis. Sus concejales sabían cómo eran las cuentas del Ayuntamiento. Llegaron con el discurso de que los socialistas habíamos dejado una deuda de 53 millones, lo que es absolutamente falso. Ellos sí han endeudado a la ciudad al pedir un crédito innecesario de 20 millones que hay que pagar en los próximos diez años. En un año han pedido más créditos que los socialistas en los cuatro anteriores. Ellos saben que las cuentas estaban saneadas, si no, nadie les daría préstamos. Además, Rajoy nos ha intervenido con el Plan de Ajuste, porque no se fía de sus propios alcaldes. Lo intentan justificar todo con la crisis, pero es cuestión de ideología.

Pero usted sabe que un Ayuntamiento no es un gran generador de empleo, ¿qué se puede hacer desde una corporación local para crear puestos de trabajo?

La política social es un yacimiento de empleo. En la Dependencia, por ejemplo, se están creando nuevos puestos de trabajo. Eso no significa que sea solo la administración pública la que cree empleo. La Ley de Dependencia es joven en España, pero en Europa lleva muchos años en esa línea y es un ámbito generador de empleo. No crear puestos de funcionarios, sino adjudicaciones, ayudas, etc. Es un elemento importante y el PP se lo ha cargado de un plumazo. La famosa burbuja inmobiliaria, que, al final estalló, nos ha enseñado que hay que cambiar de modelo. Nuestro país ve cómo crece la población mayor y hay que darles cobertura y servicio, al tiempo que se crea empleo. Es verdad que hay áreas en las que hay duplicidades en las administraciones, en deporte, en cultura, en materia urbanística, donde hay una burocracia enorme... Vamos a ponernos de acuerdo en eso, pero que ése sea el objetivo fundamental, y no la justificación para privatizar servicios o para hacer una limpia en lo público.

Juan José Cardona sostiene que hay que redimensionar la plantilla del Ayuntamiento y ha encargado una Relación de Puestos de Trabajo para tomar las decisiones con conocimiento de causa. ¿Está usted de acuerdo en que hay que adelgazar la administración local?

Yo creo que sí, pero con matices. El PP estuvo gobernando 12 años con mayoría absoluta el Ayuntamiento en plena burbuja inmobiliaria... que ellos protagonizaron, por cierto. Sus principales impulsos en la política de la ciudad fueron vinculados siempre a una operación inmobiliaria, como Las Rehoyas, o la Gran Marina, que afortunadamente no salió adelante, porque ahora estaríamos en la más absoluta ruina... En ese periodo entraron más de 800 trabajadores al Ayuntamiento por la puerta de atrás, vinculados exclusivamente a su gobierno. No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza cuando hablan de que hay que reducir la administración, precisamente los que la incrementaron en el Ayuntamiento de forma notable. Y por la puerta de atrás, en el más absoluto oscurantismo. En 12 años no fueron capaces de hacer la RPT. Nosotros, en los cuatro años que tuvimos, hicimos una propuesta que no se pudo pactar con los sindicatos. Y es una responsabilidad que tenemos todos, los partidos políticos, pero también los sindicatos, que alguna reflexión deben hacer, cuando en 30 años de democracia no han sido capaces de pactar una RPT. Ahora vuelve a plantearse. Hay una que nosotros acabamos, que hicimos conjuntamente con la mayoría de los sindicatos y que al final no se pudo culminar, pero que hubiera sido una base para seguir avanzando. Han hecho lo más fácil y lo que más cuesta, que es sacarla a la calle. Encargarla a una empresa privada, que va a costar 60.000 euros al Ayuntamiento. Ya lo hicieron la otra vez, para tenerla en un cajón.

Ustedes tuvieron cuatro años de gobierno en la ciudad. ¿Se hicieron las cosas bien? ¿Se perdieron oportunidades? ¿Qué sensación tiene de aquello?

Agridulce, por cómo llegamos y cómo nos fuimos. Accedimos en 2007, tras 12 años de mayoría absoluta del Partido Popular, con una gran ilusión. Pero desgraciadamente, en poco tiempo, esa enorme ilusión se fue convirtiendo en una desilusión. Se crearon muchas expectativas, que luego, con el paso del tiempo, no fuimos capaces de transmitir. Instalamos una imagen a la sociedad de muchas guerras internas, de muchas dificultades, de peleas. Y eso caló. Los dos primeros años no fueron nada buenos y eso marcó mucho la legislatura, además de la crisis económica. Luego, la gente, cuando hay dificultades económicas, lo que hace es cambiar de gobierno.

¿Cuál cree que fue el mayor logro?

Que los servicios de la ciudad no se vieran afectados por la crisis. Cuando llegó Saavedra tenía una deuda de 38 millones de euros en Guaguas Municipales y la dejamos en la mitad, sin subir las tarifas. De un año para otro tuvimos que reducir gastos en más de 38 millones de euros y por eso nos vimos obligados a subir los impuestos de una forma importante en 2010 para mantener servicios sociales, limpieza, seguridad...

El alcalde insiste en mirar hacia delante, en no hablar de la crisis. Quiere que la ciudad sea el motor económico de Canarias, ¿comparte ese optimismo?

Yo creo que tenemos que ser optimistas, porque esta ciudad tiene potencial. Pero una cosa es eso y otra estar instalado en las ocurrencias. Yo creo firmemente en Las Palmas de Gran Canaria, creo ahora y hace un año. Eso me diferencia del señor Cardona, que hace un año trasladaba un discurso de la ciudad pesimista, gris... Ahora que estamos peor que hace un año, mucho peor, yo sigo creyendo en la ciudad, pero no en una lámina de agua, en el soterramiento de la Avenida Marítima, o en la Gran Marina, porque no hay medios. Eso no es optimismo, son ocurrencias.

¿Cómo ve usted la venta del hotel Santa Catalina?

Es lo mismo que dijeron hace un año. Y estamos en el mismo sitio. No han hecho un informe de valoración del hotel. Esas cosas no se anuncian si no se tienen claras.

¿Se puede compatibilizar el escaño en el Congreso y la portavocía de su grupo en la ciudad? ¿No cree que alguno de los dos ámbitos pierde?

No me gusta acumular cargos y no estoy cómodo en esta situación. El partido lo sabe, pero me ha dicho que deje pasar un poco el tiempo. Intento estar en la ciudad y participar en las cuestiones que interesan a los vecinos. En el Congreso he presentado muchas preguntas relacionadas con la ciudad. Intento que mi responsabilidad como diputado nacional tenga que ver con la de ser portavoz en el Ayuntamiento. Pregunto sobre el Plan de Empleo, la Vivienda, el Puerto, etc. La doble condición puede ser útil para el interés de la propia ciudad. El alcalde me pregunta mucho qué voy a hacer, lo veo muy interesado en que deje el Ayuntamiento.