Los empresarios Luis Hernández y Carlos González, que gestionan desde hace dos años el campo y la escuela de golf de La Minilla, abandonarán el próximo 27 de julio el complejo tras el requerimiento que han recibido por parte del Juzgado de lo Mercantil número 1 bis de Málaga. El complejo está en manos de una administración concursal desde hace más de dos años, al declararse en suspensión de pagos la empresa Evemarina, que lo explotaba a través de una concesión municipal. El Ayuntamiento, propietario del complejo, no ha recibido ni un euro del canon establecido desde que se adjudicó la concesión hace siete años a Evemarina.

Según explicó ayer Luis Hernández, que lleva dos años al frente del complejo mediante un contrato de gestión temporal, el Juzgado de Málaga se ha negado a autorizar una nueva prórroga. Hernández, que ayer comunicó al Ayuntamiento su marcha del campo de golf, desconoce las razones por las que el juez se niega a darle una nueva prórroga y aseguró no entender por qué el Ayuntamiento no ha pedido a estas alturas al juez que administra la concesión la liquidación de la empresa Las Palmeras Golf, propiedad de Evemarina.

Este periódico intentó ayer reiteradas veces, sin éxito, conocer la versión del gobierno municipal sobre las causas por las que el Ayuntamiento no ha rescatado la concesión, pese al claro incumplimiento de la concesionaria. Tampoco aclaró el Ayuntamiento si el rechazo del Juzgado de Málaga a dar una prórroga a los actuales arrendatarios se debe a un algún tipo de acuerdo con la institución.

Crédito

Hernández aseguró que la entrada de él y sus socios en la empresa tenía como objetivo hacerse con la concesión, para lo que "firmamos hace dos años una opción de compra junto al contrato de gestión temporal". Este contrato contó, según el empresario, con el visto bueno del Juzgado de Málaga, el Ayuntamiento y la tinerfeña CajaCanarias, a la que Evemarina pidió un crédito de 10 millones de euros que aún no se ha pagado y que pesa sobre la concesión municipal. El empresario y sus socios crearon la empresa Las Palmeras Golf y Eventos, que se comprometió hace dos años a asumir el pago del crédito y a invertir tres millones más para reflotar el complejo, mediante la construcción de un gimnasio, un spa y otra serie de equipamientos. Explicó que el proyecto no salió porque el "Juzgado se negó a materializar la opción de compra, por la que pagamos 70.000 euros". Hernández desconoce qué pasará con el complejo, que tiene 200 abonados.