Alumnos, padres, profesores, personal de servicio y exdocentes de la residencia escolar Las Palmas, ubicada en Lomo Blanco dentro de las instalaciones del instituto Felo Monzón, mostraron ayer su rechazo al cierre del centro y niegan que tenga daños estructurales tal y como afirma la Consejería de Educación. Representantes de Nueva Canarias (NC), que cuestionan también el cierre, trataron ayer de visitar el centro pero sin éxito al ser prohibido su acceso por no pedirlo previamente.

Educación insistió en que los módulos de alojamiento presentan problemas estructurales y que a los 46 estudiantes de Secundaria, Bachillerato y Ciclos Formativos se les ha ubicado ya en las residencias de Gáldar, Guía y Arinaga. El módulo donde se encuentran el comedor y las cocinas podrá ser usado, sin embargo, el próximo año por los alumnos del Felo Monzón porque no presenta daños.

La diputada de NC, Carmen Hernández, indicó que las familias "más desfavorecidas" son las que sufrirán el cierre del centro que, según sus informaciones, tiene tan sólo un problema de mantenimiento. Y añadió que su grupo presentará una pregunta parlamentaria al respecto al viceconsejero de Educación.

La residencia, distribuida en varios edificios, tiene unas 260 plazas, aunque este curso sólo estaba ocupada con 70 alumnos, una veintena de ellos universitarios. Los estudiantes pagan 340 euros al mes, aunque algunos están becados.

"A todos se les ha dado una respuesta y se intentará dársela a los que colaboran con la residencia", aclararon desde Educación, que añadieron que para entrar en el centro se debe solicitar. La Consejería, sin embargo, no concretó qué es lo que va a pasar con los universitarios. Probablemente deberán buscar otra alternativa al no tratarse de estudios obligatorias. Los ayuntamientos de Mogán, San Bartolomé de Tirajana y La Aldea, por su parte, recogen firmas al respecto.