Vientos de 118 kilómetros por hora, un fuerte oleaje y temporal de sur fueron las causas de que el 25 de noviembre de 1968 dos buques fondeados en el puerto rompieran sus amarras y acabasen escollados en las Alcaravaneras. La pequeña y humilde embarcación Dumbo y su compañera Kallipateira no lograron escapar de la furia del mar en esa noche de invierno, donde la primera terminó en la misma orilla de la playa capitalina y la segunda, de nacionalidad griega, atrapada en el arrecife.

Durante cinco meses, el viejo Dumbo estuvo varado en el litoral en posición vertical desafiando la gravedad. Bañistas y transeúntes que vivieron la presencia del buque afirman que "pasó tanto tiempo que ya se había convertido en parte de la imagen de la playa".

La Comandancia Militar de la Marina ordenó la retirada de arena del casco para liberar al buque de su residencia costera y enviarlo a kilómetros de distancia de la bahía al fondo del mar.

El Vagrant, un yate de lujo comprado por los Beatles en 1966, también sufrió el atrape de la playa capitalina. El 22 de diciembre de 1977 un temporal de viento y enérgicas olas desequilibraron el ancla de la embarcación, de 178 toneladas y 39 metros de eslora, que se quedó apresada en un lecho pedregoso muy cercano a la orilla.

En su agonía, el barco comenzó a escorarse y en esa posición quedó varado durante más de ocho meses. La familiaridad del buque lo convirtió pronto en trampolín y solárium para los bañistas lo que obligó, por peligro de un accidente, a una continua vigilancia por parte de los militares. Tras su difícil reflotamiento se reparó y continuó su camino a Funchal ( Madeira), donde se convirtió en restaurante flotante.