El cierre al tráfico esta mañana, a las 6.00, de la subida de Mesa y López para proceder a su peatonalización desviará a partir de hoy hacia Juan Manuel Durán un flujo de más de 10.000 coches al día. Esta vía paralela a la avenida comercial se convierte así en el único acceso directo para los coches que se incorporan desde la Avenida Marítima y circulan en dirección a la plaza de España, paseo de Chil o Guanarteme.

Un operativo sin precedente de unos 70 trabajadores municipales se encarga desde primera hora de la mañana de los trabajos de peatonalización que deben estar totalmente terminados antes del 11 de septiembre para no coincidir con el inicio del curso escolar. Los primeros en actuar serán los agentes de la Policía Local que, junto a operarios municipales, cortarán el tráfico con vallas a la altura de la rotonda de la Base Naval y en los accesos a Mesa y López desde las transversales Presidente Alvear, General Vives y Galicia.

Según los cálculos de la Concejalía de Urbanismo, que dirige los trabajos de peatonalización, el aforo de coches en la calle Juan Manuel Durán pasará de los 731 ve-hículos a la hora a 890. Esto supone que durante el horario comercial habitual en la zona -de 9.30 a 21.30- circularán por esta calle más de 10.600 coches. Para evitar los atascos que normalmente se forman en Juan Manuel Durán por aparcamientos indebidos, el Ayuntamiento ha procedido en los últimos días a pintar la línea amarilla de prohibido parar en toda la vía, además de reforzar la vigilancia policial para que no haya estacionamientos en todo su recorrido.

Otra calle que se verá seriamente afectada es el tramo de Diderot que une Juan Manuel Durán con la plaza de España, cuyo flujo de tráfico pasará de 167 vehículos a la hora a 684, al convertirse en la conexión más directa con esta rotonda para los vehículos que se incorporan desde la Avenida Marítima.

Nuevo suelo

Una de las primeras obras que acometerán esta misma mañana los operarios de Vías y Obras y alumbrado será la de trasladar marquesinas de guaguas, señales de tráfico y semafóricas al borde del tercer carril de subida de Mesa y López, el único que seguirá siendo transitable aunque sólo para el transporte público.

Cuando este traslado se haya concretado se procederá a cubrir el asfalto actual de los dos carriles condenados con una capa de aglomerado especial a base mortero de sílice. Este material es como el slurry que se usa en los carriles bici (los de color rojo) y el mismo que emplean en las aceras de las principales capitales europeas. El espesor de esta capa puede llegar a los cinco milímetros y, según aseguró el gobierno local, no será necesario picar el asfalto antes de verterlo.