Cientos de fieles se agolpaban ayer al mediodía en la plaza del barrio capitalino de San Lorenzo y en las calles aledañas para homenajear a la imagen de su santo patrón y acompañarlo en el recorrido procesional que realiza por el casco antiguo del pueblo. Aunque lucía un sol abrasador en plena alerta por calor y aún se respiraban los últimos rescoldos de pólvora de los fuegos artificiales de la noche anterior, los vecinos de San Lorenzo se echaron a la calle desde por la mañana, con el comienzo de la tradicional feria de ganado, previa a la salida de la procesión.

A las 09.00 horas, un total de 125 cabezas de ganado que concurrían en concurso clasificados en diferentes categorías, se concentraban en la explanada del centro de salud del pueblo. Vacas, toros, ovejas, carneros, caballos, burros y cabras se removían inquietas por el terreno tratando de zafarse de sus correas, bajo la atenta mirada de las familias curiosas que jugaban a adivinar cuáles recibirían las medallas.

Muchos ganaderos se resguardaban del calor a la sombra de las carpas verdes situadas junto a la explanada, sin perder de vista a sus animales. Entre ellos, se encontraba el ganadero más viejo y conocido de la isla, Pedro Alemán, que, con sus recién cumplidos 90 años, reconoce que "los animales son mi vida". Este año, el ganadero participaba con dos novillas y dos vacas, que trajo de sus cuadras de Firgas, aunque ya cuenta con un sinfín de premios a sus espaldas por las numerosas ferias de ganado en las que ha participado a lo largo de los años. "Esta es una feria bastante humilde, de pueblo, las más grandes son las de Teror o de Gáldar", explicó el ganadero, "la de San Lorenzo es una feria que hacemos los que venimos de fuera".

Tanto los vecinos de San Lorenzo como los procedentes de otros rincones de la Isla continuaron llenando las calles del pueblo a lo largo de la mañana. Muchos se apiñaban en la plaza a esperar la salida del patrón de la iglesia, mientras que otros preferían disfrutar de la mañana bajo el sol, entre mojitos y parrilladas, al ritmo de la música que sonaba en los puestos de productos artesanales o en las zonas recreativas para niños.

Cerca de las 13.00 horas, los dos veterinarios encargados de valorar y seleccionar a las piezas de ganado del concurso anotaban sus veredictos. Se entregaron 49 premios entre los 125 participantes. Los premios principales, que son los que corresponden a las categorías de primer premio de vaca y primer premio de toro, fueron para Rosenda e Italiano, que participaban por primera vez en la feria de San Lorenzo, según remarcó su ganadero, Juan Francisco Díaz, que recibió una retribución de cien euros en metálico, que es el máximos premio que se concede en la feria por estas categorías.

Las agujas del reloj apenas señalaban las 13.30 de la tarde, cuando una traca de voladores y campanas, seguida por la música de la banda anunciaba el fin de la misa de las 12 y la salida de la procesión del santo desde la iglesia. Flanqueado por devotos de todas las edades y por numerosas personalidades públicas, como el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Juan José Cardona, y del vicepresidente del Cabildo, Juan Domínguez , la imagen de San Sebastián encabezó el recorrido sacro. Muchos de los presentes recordaron que el santo desfiló el año pasado en sustitución del patrón, San Lorenzo, que fue la gran ausencia de las pasadas fiestas debido a que se encontraba en un proceso de restauración. Pero esta vez, los fieles pudieron rendir homenaje a la imagen de su santo patrón y acompañarlo en su recorrido por el pueblo, entre aplausos y exclamaciones de júbilo.

En uno de los laterales de la plaza central, los primeros premios de la feria de ganado desfilaron frente a los santos, mientras el alcalde capitalino y algunos concejales hicieron entrega de los trofeos a los ganaderos. Luego, la procesión continuó su recorrido por las calles del pueblo, entre voladores y aplausos, para desembocar de nuevo en la plaza central y seguir festejando el día de San Lorenzo que duró hasta entrada la noche.