"Hay que coger el toro por los cuernos". Así de claro lo tiene Lola Cabrera, decana del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, en relación con la resolución del problema que lastra la convivencia de las distintas demarcaciones: la personalidad jurídica única. La decana, que asegura que su intención siempre ha sido acercar posturas, aclara que la pretensión de independencia era, hace un año y medio, cosa de todos.

"Desde mi llegada al Decanato del Colegio, todas las demarcaciones querían conseguir órganos de ámbito insular", revela. "Al fin y al cabo, lo que se pretendía, por consenso, era que se le diera cobertura jurídica a lo que ya existía: total independencia de actuaciones en las demarcaciones, incluidos los temas económicos; la unión en la defensa de la profesión y de los colegiados de Canarias; y una sola voz de cara a las administraciones".

Con estos mimbres, se puso a trabajar a mediados de 2011. "Ese fue el camino elegido por todos, sólo habría que consultar las actas de las juntas de gobierno y de las asambleas generales para contrastar que es así. La intención era crear lo que se podría definir como un Colegio en red". Pero, de repente, algo cambió. "Cuando se observó que la única manera de hacerlo era construir un colegio insular y constituir un consejo de colegios, empezaron los problemas", señala.

En este punto, se rompe el consenso y es cuando los representantes de cada demarcación toman distancia en sus pretensiones. Cabrera explica que "no queda otro remedio que la demarcación de Tenerife le plantee al resto cómo pretende resolver sus cuestiones económicas, que, aunque para todas las demarcaciones en estos años que vivimos son complicadas, expresamente para ellos son aún peores".

"En estos momentos de crisis, durable en el tiempo, no podemos quedarnos quietos. O damos propuestas creíbles para solucionar los problemas, evitando que los temas económicos sigan por derroteros desacertados, o no queda otro remedio que evitar que este problema arrastre a colegiados de otras demarcaciones donde sus representantes se han visto obligados a tomar decisiones drásticas y duras que han servido para adaptarse en la medida que se puede a la realidad que nos ha tocado vivir", argumenta la decana.

Unidad

"Es necesario que los arquitectos de Canarias estemos unidos en lo importante, en la defensa de la profesión, en ayudar a resolver los problemas generados en la crisis con nuestro trabajo, con nuestro esfuerzo, con nuestra ilusión y con seriedad, pero también exigiendo a los representantes de cada demarcación que actúen en relación a sus responsabilidades", concluye, no sin dejar claro que "la independencia de la personalidad jurídica de cada demarcación es vital para acercar las posturas".