La primera mujer de Fernando Torres Baena, principal acusado del caso Kárate, aseguró ayer que no hubo ni "perversión" ni "forzamiento" en las relaciones sexuales que ella y su marido mantuvieron con alumnos de su gimnasio en su chalé, sino "permisividad".

Edith Volo, que en principio también estuvo imputada en la causa hasta que sus cargos se declararon prescritos, testificó ayer en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas, donde relató que creyó volverse "loca" cuando la policía le dijo que Torres Baena había abusado de su hijo más pequeño, algo que ya no cree.

La exmujer, que también es abogada, aseguró que sus hijos no tuvieron relaciones con su padre y tampoco fueron forzados para que las mantuvieran con alumnos.

La primera mujer de Torres Baena recordó que conoció al acusado cuando tenía 14 años y se casó con él a los 16, porque "soñaba" con tener una familia "normal", si bien él veía la vida de otra forma, algo de lo que se dio cuenta más tarde.

Según Volo, Torres Baena le confesó que era bisexual y que prefería compartir las relaciones que mantuviera con personas de su mismo sexo con ella porque no quería engañarla, a lo cual ella accedió tras muchas horas de conversaciones y para hacerle "feliz".

"Sentía celos y dolor de ver que otras personas estaban en mi casa compartiendo lo que más quería", indicó, que también recalcó el gran poder de seducción que tenía su exmarido, de quien "todos se enamoraban", pero aseguró que nunca presenció "que forzara a nadie".

La testigo manifestó que "jamás" sintió que fuera utilizada como "cebo" sexual por su exmarido, si bien lo llegó a pensar al conocer el sumario de la causa, como también llegó a creer que su exmarido se había convertido en un "pervertido y un depredador sexual" cuando la policía le dijo que Torres Baena había abusado de su hijo menor.

Volo reconoció que mantuvo relaciones sexuales con el imputado Juan Luis Benítez, de quien se había enamorado Torres Baena, aunque intentó "escaquearse".

Según afirmó, a veces veía a Torres Baena llorando, por lo que en una ocasión le preguntó lo que le ocurría, y éste le reveló que cuando niño fue objeto de abusos sexuales por parte de dos vecinos.