La Casa de Galicia en Las Palmas de Gran Canaria alertó ayer de que se enfrenta a la campaña benéfica "más dura" de los últimos 62 años desde que esta institución comenzó a organizar la cabalgata de Reyes Magos de la capital y a repartir juguetes y alimentos entre los más necesitados. El presidente del hogar regional, Ricardo Villares, aseguró que temen sobrepasar las 70.000 peticiones de ayuda registradas en la pasada campaña, la cifra más alta de solicitudes jamás alcanzada por la Casa de Galicia.

"Este año será el más duro porque aún no hemos empezado a apuntar las peticiones y ya han venido decenas de familias a preguntarnos cómo pedir ayuda, sobre todo de alimentos", especificó Villares, que teme que los voluntarios de la Casa de Galicia se vean desbordados ante tanta demanda.

El presidente del hogar gallego advirtió, además, que están registrando un severo descenso en las aportaciones y donaciones de empresas y particulares a la campaña benéfica de la Navidad 2012-2013, lo que afectará a la capacidad de la institución para adquirir alimentos y juguetes para las familias necesitadas. "Hay entidades bancarias que venían colaborando con donativos de 2.000 y 3.000 euros y este año ya nos han dicho que no podrán pasar de los 300 euros; ha habido un recorte importante a todos los niveles que nos va a afectar muchísimo porque las donaciones son bastante más humildes que años anteriores". Villares, sin embargo, se mostró confiado en la solidaridad de la gente de la calle. "Posiblemente se sumen más ciudadanos a la solidaridad aunque habrá gente que en vez de traer tres bolsas de comida nos traiga una sola, pero esperemos que la gente se conciencie de la necesidad que hay de echar una mano".

A pesar de que quedan casi tres meses para la celebración de los Reyes Magos, la Casa de Galicia hace un llamamiento a empresas, administraciones públicas y particulares para que funcione la maquinaria de la solidaridad. "La gente tiene que implicarse ya, que la máquina se ponga ya en marcha porque las necesidades y la falta de recursos de las familias siguen creciendo como la espuma y esa gente nos necesitan más que nunca", sentenció Villares. El presidente del hogar regional recordó que además de alimentos no perecederos, hacen falta juguetes no bélicos, ropa para adultos y prendas para bebés.

Ricardo Villares no olvidó ayer dar un tirón de orejas a todas aquellas administraciones públicas que en la última campaña de Reyes le prometieron facilitarle para 2013 un almacén en condiciones para la recogida de donaciones, su clasificación y posterior entrega. "Algunos políticos nos prometieron que nos ayudarían a encontrar un nuevo almacén y aún estamos esperando", dijo Villares. La Casa de Galicia utilizó el año pasado un garaje subterráneo junto a la sede del hogar (en la calle Salvador Cuyás) con bastantes deficiencias y problemas de humedad que provocaban continuos apagones.

Aunque está aún por confirmar, Villares asegura que un particular les ha ofrecido desinteresadamente un almacén en la zona del Sebadal. "Es un local de más de mil metros y ya estamos organizando el transporte de los voluntarios hasta allí".