Las mascaritas del Carnaval hicieron ayer su aparición en el edificio Miller de la mano de la Asociación de Diseñadores del Carnaval de Las Palmas (ADIC), que presentó las propuestas de ocho diseñadores para el Gran Baile de Carnaval en el que se convertirá la capital a partir del 2 de febrero. La III Carnaval Fashion Week, que tendrá un nuevo pase esta noche, no dejó a nadie indiferente. Se augura mucha cortesana con cartón de pecho, cuello de lechuguilla y saboyana. Y mucha calzas largas y jubón para las mascaritas masculinas en las Carnestolendas capitalinas.

Un público heterogéneo, algunos de ellos con sus mejores galas, hacían cola en el edificio Miller minutos antes del evento, que comenzó con un retraso de unos minutos. La organización preparó un photocall, pero fueron pocas las caras conocidas que acudieron a la pasarela a excepción de la concejala de Cultura, Isabel Bolta, con un pequeño tocado de plumas, y sus compañeras de Ayuntamiento Rosa Viera, Carolina León y Carmen Guerra. La sala, sin embargo, se llenó al completo con gente de todas las edades, entre los que destacó un bebé de meses en primera fila.

La iniciativa reunió sobre la pasarela a ocho diseñadores de los 16 que conforman ADIC -algunos de los artistas trabajan de forma colectiva-, con la colaboración del Ayuntamiento, el Patronato de Turismo de Gran Canaria y diversas empresas privadas.

Los diseñadores Rafael Déniz y Rosa Montesdeoca, Juan Peñate, Mari Patrón y Santiago Santana, Beatriz Álamo-Beyo, Manuel Encinoso, Gran Canaria Diseños y Comunicación, Tino Muñoz y Julio Vicente Artiles, todos ellos con gran experiencia en el diseño de disfraces para las Carnestolendas y con algún galardón ya bajo el brazo en trajes de Reina, Reina Infantil, Murga, Dama de Honor, Gran Dama, Drag o disfraces individuales tanto en las fiestas capitalinas como en otros municipios de la isla, presentaron 64 propuestas -ocho trajes por diseñador- inspirados en la alegoría del Carnaval 2013: Gran Baile de Máscaras.

Los primeros en romper el hielo y despertar los aplausos de la gala, en la que no hubo presentador, fueron los diseñadores Rafael Déniz y Rosa Montesdeoca. Los creadores, que el pasado año obtuvieron el primer premio en la gala de elección de la Gran Dama y tercera Dama de Honor en el Carnaval de Las Palmas de Gran Canaria, presentaron una colección de trajes inspirados en anteriores siglos pero con telas actuales. Dos pequeñas cortesanas vestidas de encaje en azul cielo y rosa chicle y en blanco anunciaron que el Carnaval no tiene edad.

El segundo en presentar su colección fue Juan Peñate, ganador durante tres años consecutivos de los segundos premios de vestuarios de murgas en Las Palmas de Gran Canaria. Su propuesta Instantáneas, muy elegante y sobria, rozó con la pasarela más convencional, la de la moda.

El secretario de ADIC, Alberto Santana, explicó ayer que la iniciativa trata de potenciar el Carnaval y de promocionar a los diseñadores ya que detrás de cada disfraz se mueve un importante entramado de negocios y trabajadores.

Desde los comerciantes que venden las telas, abalorios y otro tipo de materiales con los que se confeccionan los disfraces, el diseñador que da vida a la mascarita, las modistas que hacen realidad ese sueño, los herreros que conforman en ocasiones las estructuras que dan majestuosidad a la imaginación e incluso peluqueros y maquilladores sin cuyo trabajo el anonimato -fin último de toda mascarada- no sería completo.

"La iniciativa es dar ideas a la gente para disfrazarse, pero también conseguir vender las colecciones que se presentan a los grupos de Carnaval o a particulares", comentó Santana. El pasado año, más de la mitad de los diseñadores que se presentaron al Carnaval Fashion Week consiguieron vender sus fantasías tras la pasarela.