La puesta en marcha del complejo ambiental de Salto del Negro, tras el sellado del viejo vertedero, obligará a la capital grancanaria a pagar 4,8 millones de euros al año al Cabildo de Gran Canaria por el tratamiento de los residuos urbanos que produce el municipio, lo que supone que cada vecino tendrá que pagar 12,58 euros en 2013. Esto al menos es lo que pretende el Cabildo, cuyo pleno aprobó el 28 de septiembre pasado una ordenanza fiscal, que establece una tarifa insular de 12,81 euros por tonelada de basura que entre en los complejos de Salto del Negro y Juan Grande, la cual se cobrará a los 21 municipios.

El alcalde Juan José Cardona mantiene desde hace meses negociaciones con el Cabildo para intentar que la tasa no se aplique al municipio, con el argumento de que el complejo está en suelo de Las Palmas de Gran Canaria. El Ayuntamiento reclama mecanismos de compensación a la capital, por albergar el complejo, su coste ambiental, el valor patrimonial de los terrenos y la restricción en sus usos futuros, así como los años que el vertedero municipal ha estado dando cobertura a 12 municipios de la Isla.

Hace dos semanas Cardona manifestó su esperanza de alcanzar un acuerdo que no sea muy gravoso para las arcas municipales, pero fuentes cercanas al regidor reconocieron ayer que por ahora no se ha logrado ningún avance. De hecho, el Gobierno municipal se plantea la presentación de una alegación a la nueva ordenanza fiscal insular, que está en periodo de exposición pública desde el pasado 24 de octubre.

Y es que la nueva tasa de basura es doblemente lesiva para las arcas municipales, ya que el municipio pasará de cobrar algo más de un millón al año a 12 municipios por depositar la basura en Salto del Negro a tener que pagar al Cabildo por el tratamiento de la basura. Además, la capital recibe del Cabildo una subvención de 300.000 euros anuales por el uso del antiguo vertedero, que fue errado el pasado 9 de octubre, para evitar una multa de la UE.

En caso de que las negociaciones no lleguen a buen término, el Ayuntamiento se vería obligado a resucitar la tasa de basura, que fue eliminada hace más de veinte años.

El concejal de Medio Ambiente, Ángel Sabroso, calificó ayer como una "noticia muy positiva" que los residuos de la isla "al fin empiecen a recibir un tratamiento adecuado", un proceso, recordó, que está acelerando el actual gobierno del Cabildo, tras "el enorme retraso acumulado". Reconoció que esta mejora ambiental tiene unos costes económicos, pero añadió que el Ayuntamiento "realizará aportaciones" a la nueva ordenanza fiscal para "tratar de mejorarla".