El concejal de Movilidad Ciudadana y Medio Ambiente, Ángel Sabroso, justificó ayer la prohibición de la entrada de los perros en los parques de La Mayordomía, Juan Pablo II, Doramas y Las Rehoyas por las "múltiples quejas" de ciudadanos que ha recibido el Ayuntamiento. A juicio del concejal, que anunció la puesta en marcha de nuevos parques para perros, la adopción de esta medida "está plenamente justificada", porque se ha hecho para evitar el daño a las plantas, en aquellos casos en los que había "un uso intensivo por parte de ciudadanos" y en los recintos en los que se producían conflictos entre ciudadanos porque los dueños de canes incumplían la normativa.

Según Sabroso, el Ayuntamiento está creando, al mismo tiempo que se producen las restricciones en los citados cuatro parques, zonas específicas para perros en todos los distritos de la capital, en el interior de los grandes parques o cerca de ellos. En Siete Palmas, anunció, se construirá el parque para perros más grande de la capital, un espacio que cree que compensará el veto de los animales al parque Juan Pablo II, situado justo al lado.

Sabroso respondió de esta manera a las denuncias de ciudadanos por el veto al paso de las mascotas y aseguró que la medida se ha adoptado en aquellos recintos donde se han producido problemas, porque algunas personas dejan a sus perros correr sueltos por las zonas verdes, pese a que la normativa lo prohíbe.

"El Ayuntamiento", dijo, "tiene que buscar un equilibrio en los intereses encontrados y todos legítimos de los ciudadanos y en esa búsqueda de la convivencia, el municipio tiene una serie de parques urbanos cerrados que son difíciles de controlar y de mantener y cuyas plantaciones tienen una calidad que nos exigen una alta dedicación y dedicar grandes recursos económicos", como el Doramas.

El de Las Rehoyas, citó como ejemplo, es un parque que "utiliza muchísimo la gente y no todos cumplen con lo que establece la ordenanza, que sólo permite el paseo de los perros por las zonas peatonales de los parques y siempre atados. En ningún caso se permite soltar al perro por las zonas ajardinadas debidamente acotadas o en las cercanías de las áreas de juego infantiles", unas normas que según el concejal, "no han sido cumplidas por algunos propietarios de perros, lo que ha generado conflictos".

Los mismo problemas, destacó, se han producido en la parte alta del parque Juan Pablo II. "Este parque", indicó, "tiene 118.000 metros cuadrados. Es el más grande de los parques urbanos de la ciudad y es imposible para el Ayuntamiento tener vigilancia en la totalidad de su superficie. "Teníamos muchos problemas, muchas quejas por parte de vecinos que se quejaban de ver constantemente perros sueltos en las zonas ajardinadas. Se había convertido en una práctica habitual el incumplir la ordenanza", aclaró el responsable de Medio Ambiente.

Sabroso añadió que los ciudadanos a los que no les gustan los perros también tienen derecho a disfrutar de los parques sin tener que tropezarse con las mascotas. "Al mismo tiempo que creamos parques para perros, estamos blindando una serie de parques urbanos, porque hay ciudadanos que no quieren encontrarse con los perros caminando por el césped o que no quieren que cuando sus hijos estén jugando en el césped, venga un perro corriendo. Esa gente tiene derecho a tener una serie de parques en los que tengan garantías de que no se van a encontrar con perros" para poder tener tranquilidad.

Consideró que los dueños de perros no deben ver esta medida "como un paso atrás en la convivencia entre los ciudadanos con perros y los que no les gustan o sienten temor".

En el parque de La Mayordomía, justificó el veto a los perros por la cercanía de huertos urbanos, donde se cultivan alimentos.

"Estamos trabajando para que la convivencia entre todos vaya mejorando y la tenencia de perros se haga de forma responsable. Hay que evitar esas conductas adquiridas de ensuciar la vía pública. Buscamos el equilibrio y crear espacios para todos. Estamos poniendo en marcha campañas de sensibilización y educación e incrementar las sanciones contra los que ensucian la vía. Donde haya conflictos, el espacio será para ciudadanos sin perros". T.G.