El Carnival Breeze atracó ayer por primera y quizás única vez en La Luz. En junio de este año salió de los astilleros Fincatieri (Italia) para estrenarse con una campaña de verano por el Mediterráneo. Ahora se dirige a su puerto base en Miami, desde donde operará en distintos circuitos por el continente americano.

Antes de llegar a la capital de Gran Canaria partió con sus 3.670 pasajeros norteamericanos desde Barcelona, con escalas en Palma de Mallorca, Málaga y ahora Las Palmas, para salir por la tarde hacia Antigua, adonde llegará el 17 de noviembre, Saint Martin y Miami tres días después.

Como es tradicional, la Autoridad Portuaria de Las Palmas agasajó al transatlántico de bandera panameña por su escala inicial, acto en el que participaron la consignataria Bergé Marítima y el Centro de Iniciativas y Turismo de Gran Canaria.

Tras pasar el control de entrada y ya en el interior del barco, la comitiva se tiene que apartar por que una veintena de tripulantes irrumpen por el pasillo transportando parte de ellos una camilla con un accidentado. Se trata de un maniquí.

El Breeze es el más moderno de los barcos de la Carnival Cruise Line, la mayor empresa del sector y propietaria de Costa Cruceros, que tras el hundimiento del Concordia en la costa italiana, ha extremado todas las medidas de seguridad llevando con rigurosidad la realización de simulacros de desalojo del barco en caso de accidente.

Ante ello, la programación de la visita se cambia y se empieza con el recorrido por el crucero en la planta 5 que, con la 10, es donde se concentran las áreas de ocio. En ella se suceden las tiendas, el casino y los restaurantes temáticos. La Cucina del Capitano (italiano), Bonsai Sushi (japonés), Farenheith 555 (Asador premium), Red Frog (pub caribeño), Guy's Burguer Joint (hamburguesas), además del rincón de comida Tandoori (India) y la pizzería.

Lo que más destaca de esta zona es su cubierta exterior, mucho más amplia, lo que le permite ofrecer que algunos de sus bares y pubs cuenten con terrazas al aire libre. Desde fuera se observa la imponente estampa del Queen Mary 2, atracado en el dique de poniente del muelle de Santa Catalina.

Esta joya sobre el mar es el buque insignia de la Cunard Line y está considerado el transatlántico más grande, lujoso y caro construido en la historia marítima. "Es el único barco ocean line que existe en su clase y que puede cruzar el Atlántico Norte con temporales", apunta el director comercial de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, Juan Francisco Martín.

El Queen Mary 2 puede alcanzar velocidades de 30 nudos. Con sus 345 metros de eslora traslada 2.600 personas, mientras que el Breeze, con 305 metros, lleva mil más, por lo que el primero gana en espacio y comodidad.

En cualquier caso, el barco más moderno de la Carnival es al gusto del cliente estadounidense. Su planta 10 acoge una amplia gama de restaurante bufé, piscina con pantallón gigante, un circuito de media milla para correr y un parque acuático, entre otras áreas de ocio. Su capitán, Stefano Batinelli, se excusa por el retraso a causa del simulacro de desalojo que han tenido que hacer.

La mayoría de los 2.600 pasajeros del Queen Mary 2 que desembarcaron en el puerto de La Luz este domingo portaba una amapola de papel en un ojal, presente con el que se celebra en el Reino Unido el Día por los británicos caídos en todas las guerras. Estas flores son realizadas por los veteranos y con su recaudación se financian hospitales y residencias para los antiguos combatientes. Ente ellos se mezclaron los 3.660 norteamericanos y canadienses del Carnival Breeze, mucho más informales y que decidieron dejar a un lado las múltiples atracciones que ofrece el barco como el WaterWorks, un parque acuático con dos toboganes a cada cual más emocionante. Según la prensa especializada, este nuevo barco es el más completo y entretenido de su flota. Su capitán, Stefano Batinelli, que estuvo en La Luz hace tres años, anunció que incorporarán dos barcos más en 2013 (Carnival Sunshine y Carnival Legend). El Boudicca, con 800 pasajeros, y los 124 del velero Sea Cloud completaron la jornada de ayer en el puerto de Las Palmas. A. R.