El puerto de La Luz acoge desde hace unos días al buque anfibio de la Marina Real Holandesa Johan de Witt, en una escala de aprovisionamiento. 413 años después de que el militar holandés Pieter van der Does, al mando de una flota de 74 galeones y 9.000 hombres, iniciara un ataque contra la capital grancanaria, ciudad que conquistaron y quemaron, aunque 13 días después fueron derrotados, sus compatriotas recalan en las mismas costas, eso sí, en son de paz.

En este ocasión, la nave de la armada de los Países Bajos ha atracado sin ningún impedimento e incluso lo ha hecho en el mismo Arsenal Militar de Las Palmas.

Es más, este barco plataforma para el aterrizaje y el desembarco militar, es resultado de un proyecto conjunto entre Holanda y España. La marina oranje construyó el Rotterdam y el Johan de Witt, mientras que la armada española siguió esta línea en el Castilla y el Galicia.

Las naves están equipadas con una gran cubierta para helicópteros para operaciones de traslado y un muelle para grandes lanchas de desembarco. Los buques tienen una clase completa hospital II, que incluye una sala de operaciones y cuidados intensivos. Un equipo quirúrgico puede ser colocado a bordo. El buque también tiene un sistema de desalinización que le permite convertir agua de mar en agua potable.

El Johan de Witt, botado en 2007, es el segundo barco de la clase denominada Rotterdam pero presenta mayores dimensiones con 177 metros de eslora y una capacidad de desplazar 16.800 toneladas. Quizás si el corsario Van der Does hubiera contado con semejante prodigio la historia sería otra.