Un grupo de animadas hadas, faunos y personajes de dibujos animados, como Minnie y Winnie the Pooh, recorrieron ayer la calle mayor de Triana para informar a los ciudadanos de la apertura de La Casa de Navidad Cepsa. Paralelamente a este pasacalle, la Coral Silva Pueris Educar en valores, compuesta de 24 niños con edades comprendidas entre los cuatro y los 13 años, actuó frente a la sede de la nueva atracción navideña, sita en Triana, 89, con el fin de ambientar con magia estas fechas.

Sabina Monzón y los hermanos Yolanda y Alfonso Guerra son compañeros en la coral. Los tres vocales llevan cuatro años en la agrupación, en la cual han aprendido valores como el respeto y la capacidad de concentración. Asimismo, se encargan de ayudar a su director, Rubén Mayor, a inculcar la tan necesaria disciplina entre los nuevos fichajes que participan en este proyecto musical y educativo.

Por otra parte, Juan Luis García fue de los primeros en conocer el mundo de La Casa de Navidad. "Me gustó mucho el tren de Polar Express, no me lo esperaba; todo es muy emocionante", apuntaba el niño de 11 años. Esta escena y otras tantas harán viajar al público hasta un auténtico bosque de hadas y al pueblo de la Navidad. El director artístico Cale Medina, en coordinación con un equipo de decoradores, pintores, iluminadores y artesanos han conseguido hacer en estos 300 metros cuadrados una obra de arte que aglutina varios pasajes. Entre ellos, la sala que simula estar bajo el mar. Para dar este efecto, además de los peces rodeados de corales se aprecian los botes que navegan sobre la superficie. La escena del mago Merlín sorprenderá con su gran candelabro, con los trucos de magia y con los libros voladores.

La entrada a La Casa de Navidad Cepsa supone un donativo de dos euros que se destinarán a cuatro ONG grancanarias. Además, se recogen juguetes que se destinarán a La Casa de Galicia.