La línea 19 se presenta como la guagua perfecta para los trabajadores que acuden a sus puestos en las compañías instaladas en el polígono industrial de El Sebadal. Es una de las apuestas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria con la que pretende ofrecer un servicio, en formato lanzadera, a quienes frecuenten esta zona empresarial. Ahora es posible subirse al transporte público y ponerse desde la calle Eduardo Benot -primera parada- hasta El Sebadal, en 25 minutos, sin necesidad de recorrer La Isleta, como hacía la antigua línea 20. Esta última continúa centrando su trayecto en el barrio isletero tras la implantación de la nueva red, pero aporta una mayor cobertura, en favor de los residentes.

La recién instaurada línea 19 opera con una mayor frecuencia en horas punta, tanto en el inicio como en el fin de la jornada laboral. Por ello, Guaguas Municipales ha previsto salidas cada 20 minutos durante estas franjas horarias. Sin embargo, cuando la demanda desciende, la frecuencia de paso alcanza los 35 minutos de media. Este vehículo, de diez metros de largo, no circula los sábados, domingos ni festivos. Además, al tener próximo el intercambiador de Santa Catalina, se convierte en una posibilidad de transbordo para aquellos ciudadanos que viven en otros puntos de la capital y tienen que desplazarse a la zona industrial en cuestión. El itinerario parte de la calle Eduardo Benot, donde el vehículo circula por la vía exclusiva de guaguas. Tras sobrepasar el Mercado del Puerto, prosigue hacia Manuel Becerra por el carril contra-sentido del Castillo de la Luz. La ruta finaliza en El Sebadal, con paradas en puntos como Profesor Lozano o Juan Domínguez Pérez.

Uno de los beneficiados de esta lanzadera es Juan Manuel Barreiro, quien trabaja en el Centro de Emprendedores. Durante esta semana se ha decantado por desplazarse con el nuevo servicio. Por ello, se encontraba ayer, sobre las 9.00 horas, junto a la señal que indicaba la salida 15 minutos más tarde. "Es mucho mejor ahora, porque cada vez que iba a trabajar pasaba por La Isleta", comentaba el joven. El recorrido, que antes le suponía 30 o incluso 45 minutos, se desarrolla en un tiempo menor y le reporta una mayor comodidad.

Otra usuaria de Guaguas Municipales que viajaba ayer en este mismo vehículo era Diana Ramos, vecina de Tamaraceite. Mostraba su satisfacción con la actualización del sistema. Además, es de las que aplica el transbordo para sus traslados: primero se sube en la 47 (Puerto- Tamaraceite) y desciende en la misma parada donde se cambia a la 19. "Me gusta esta línea porque no tengo que esperar más, ni tengo que coger un taxi en el caso de llegar tarde al trabajo". Valora la reestructuración porque "es para mejor y las líneas son más rápidas".

Otra de las pasajeras, Leidy Gálvez, coincidía en el progreso del transporte público. Aunque pronunciaba una sugerencia de manera crítica: "El inicio del recorrido debería ser desde el intercambiador de Santa Catalina, porque a ver qué haremos cuando salga el sol y nos achicharremos", señalaba. Según esta clienta, varios usuarios habían manifestado la misma queja a lo largo de estas jornadas.

El público objetivo de este servicio son los trabajadores de El Sebadal. Pero es una línea que, en principio, no mueve a masas, como sí lo hace la 12, por ejemplo. De ahí, que el tamaño del vehículo sea intermedio -10 metros de largo-, para acoger la demanda real que existe a lo largo de este trayecto.

Según los responsables de Guaguas Municipales, "la tendencia de los usuarios a subirse en la 19 es positiva". Según indican, se están cumpliendo las expectativas previstas. Informan de que el martes 26 de febrero, una semana antes de la implantación de la red de líneas, en la antigua 20 subieron 664 viajeros.

Una vez ajustado el servicio, el martes 5 de marzo, un total de 216 usuarios decidieron desplazarse con la 19 y otros 515 pasajeros con la actual 20, que se ha quedado en una guagua de barrio.

Juana Acosta, vecina de La Isleta, ha comprobado el cambio. "Cojo cuatro guaguas todos los días para ir a Hoya Andrea", especifica esta pensionista. Tras tantos años en la 20 de toda la vida, se alegra de poner fin al recorrido gratuito por El Sebadal. "Ahora voy directa a casa", exponía muy risueña.