La compañía Emalsa acusó a los trabajadores en huelga de sabotear la red de abasto para provocar cortes en el suministro de agua a la población. Según la empresa, "millares de ciudadanos" de la capital grancanaria se vieron ayer afectados "gravemente" por la interrupción en el abasto de agua.

Mientras Emalsa aseguró, a través de un comunicado, que han detectado "varios puntos en la red" afectados por acciones saboteadoras, el comité de empresa rechazó tales afirmaciones y sostuvo que las interrupciones en el suministro se han debido a que más del 98% de los trabajadores protagonizaron ayer el segundo día de huelga. Además de la veintena de trabajadores de los servicios mínimos, ayer sólo acudieron a trabajar dos empleados. El resto de la plantilla, cuyo número asciende a 239, secundó la huelga.

Entre las zonas afectadas por los cortes figuran La Isleta, San Lorenzo, varios barrios de Ciudad Alta, Almatriche, Ciudad Jardín, Canteras, Tomás Morales, Las Majadillas, según Emalsa, cuyas fuentes señalaron que las interrupciones en el abasto se produjeron por el "cierre de siete llaves que posibilitan el paso de un volumen de agua importante". Según usuarios afectados, el corte en la zona de Las Canteras se inició desde las tres del pasado lunes y se prolongó durante 24 horas.

Un portavoz de la compañía explicó que el centro de llamadas de la compañía recibió ayer miles de quejas de usuarios, "una avalancha similar a la que se produjo cuando se reventó una tubería en Torre Las Palmas" hace más de un año. La sociedad pidió disculpas a los usuarios por las "molestias ocasionadas" durante varias horas y aseguró que el suministro quedó "restablecido" a última hora de la tarde de ayer.

La empresa ha establecido "medidas de vigilancia" en varias zonas para evitar nuevos incidentes, pidió al Ayuntamiento el apoyo de la Policía Local y amenazó con la "adopción de las medidas legales que se consideren oportunas".

Por su parte, el concejal de Urbanismo y Aguas, Martín Muñoz, que ayer se reunió con varios miembros del comité de huelga, manifestó su rechazo a "cualquier sabotaje a la red y el suministro a los ciudadanos" y así se lo hizo saber a los representantes sindicales.

Muñoz consideró poco después de la reunión, que la interrupción del suministro se podía deber a "problemas de desajustes en la red por falta de personal. No se han detectado más problemas de los habituales", dijo sobre las dos de la tarde.

En cuanto a la vigilancia policial solicitada por Emalsa, fuentes municipales indicaron que por el momento no la consideraban necesaria. "No vamos a hacer ninguna acción que afecte a los ciudadanos", recalcaron fuentes del comité de empresa, quienes añadieron que "los problemas que está habiendo en el suministro se deben a que sólo hay seis fontaneros trabajando y tienen que atender a todo el municipio. Si falta agua es porque se ha cerrado un sector para arreglar una avería. Con los servicios mínimos no se pueden atender todas las incidencias". Por otro lado, Emalsa amenazó ayer con emprender acciones judiciales por difamación contra los trabajadores por denunciar que pagó 300.000 euros a Sercanarias (empresa propiedad de Saur y Valoriza, los socios privados de Emalsa) por un inventario de la red que fue realizado por los trabajadores de la empresa mixta y que aún no se ha terminado. La compañía desmintió a través de un comunicado las supuestas irregularidades.

Los trabajadores, que ayer denunciaron a la empresa por abusar de los servicios mínimos, insistieron ayer en rechazar el "saqueo continuo" de Emalsa por parte de los socios privados, "para beneficiar a empresas como Sercanarias".