El reventón el pasado viernes de una tubería en la calle Tomás Morales de la capital grancanaria dejó sin agua a decenas de vecinos de Fincas Unidas y obligó a suspender las clases en el colegio concertado María Auxiliadora, donde están matriculados 700 alumnos. La rotura de otra tubería inundó la estación de bombeo del Teatro e inutilizó el cuadro eléctrico, circunstancia que impidió bombear las aguas negras a la depuradora de Barranco Seco, lo que obligó a verter al mar millones de litros de aguas negras sin depurar.

La compañía Emalsa, cuyos trabajadores llevan ya más de una semana en huelga, aseguró que ninguno de los dos incidentes se debió a un sabotaje, aunque ayer volvió a denunciar, al margen de los percances descritos, un avería provocado en las torres de desodorización de la estación de bombeo del Teatro y otro en La Minilla. Con estos dos, son ya los siete sabotajes denunciados por la empresa desde el pasado martes.

Miembros del comité de huelga achacaron los dos reventones a la falta de mantenimiento de la red de saneamiento durante los últimos años, así como a la reducción de personal por el paro, que afecta a la prestación del servicio. Los trabajadores anunciaron que denunciarán a la dirección de la compañía por acusarles de sabotear la red, algo que negaron de manera rotunda. "No vamos a permitir que nos llamen delincuentes", señalaron.

Por su parte, Manuel Zambrano, jefe de estudio del colegio María Auxiliadora explicó que el centro se vio obligado a suspender las clases, porque la interrupción del suministro desde el pasado viernes agotó las reservas que tenían en el aljibe. "Sin agua, nos estamos en condiciones de atender a los alumnos ni de prestar el servicio de comedor, por lo que el pasado domingo enviamos una comunicación por internet a los padres para que no trajeran a sus hijos", informó Zambrano, quien añadió que algunos progenitores se enteraron de la noticia ayer por la mañana, al encontrarse con el colegio cerrado.

El centro desconocía a primeras horas de la tarde de ayer, si hoy habrá clase, pues el suministro todavía no se había restablecido. Vecinos de la calle Tomás Morales han denunciado que llevan una semana sin agua, ya que empataron el corte de suministro del pasado martes con la rotura de la tubería del viernes.

Sobre la una de la tarde de ayer reventó otra conducción de 600 milímetros de diámetro que inundó la estación de bombeo del teatro y colapsó su sistema eléctrico, lo que impidió impulsar las aguas residuales de la c ciudad hacia la depuradora de Barranco Seco. Un caudal de 700 litros por segundo de aguas negras sin tratar fue lanzado al mar desde las 13.00 horas, por lo que a las 7 de la tarde se habían vertido más de 17 millones de litros. Fuentes de la empresa, informaron de que sobre las siete de la tarde se comenzó a bombear parte de las agua negras hacia Barranco Seco. Los técnicos esperaban restablecer el servicio después de la medianoche. La empresa informó, a través de un comunicado, de que ayer levantó acta notarial tanto del "sabotaje" en las válvulas de vaciado de las torres de desodorización de la estación de bombeo, como del cierre de una válvula en La Minilla, lanoche del pasado jueves, por parte de "tres personas no identificadas, con un coche blanco".