El alcalde de la capital grancanaria, Juan José Cardona, anunció ayer que el Ayuntamiento incoará un expediente para averiguar las causas del reventón de una tubería de impulsión, que inutilizó el pasado lunes la estación de bombeo del Teatro, tras quedar inundada, y obligó a verter al mar millones de litros de aguas negras sin depurar durante al menos ocho horas. El objetivo de la investigación es conocer si la avería se produjo por una negligencia debida a la falta de mantenimiento por parte de la empresa, como han venido denunciando los trabajadores, que ayer cumplieron su noveno día de huelga.

Cardona quiso dejar claro que el expediente sobre la rotura de la conducción de la estación de bombeo no se debe a la huelga, sino a la voluntad de su gobierno de "tener claro si las averías que se producen en el municipio son razonables, si estadísticamente son las normales o se producen por la falta de mantenimiento de la red". Añadió que ese es uno de los objetivos del estudio que acaba de concluir el grupo de reflexión creado el pasado mes de octubre por el alcalde, con el que pretende reforzar la labor de inspección y control de Emalsa. Cardona reafirmó su voluntad de dar un "golpe de timón" a la compañía "para saber qué es lo que pasa con el servicio" y garantizar su prestación.

Tras reunirse con el comité de huelga de la empresa, el regidor anunció que pedirá a la empresa que flexibilice su postura e intente llegar a un acuerdo con los trabajadores, porque "la ciudad no puede seguir con esta situación".

"La huelga", sostuvo, "está afectando a los ciudadanos y la capacidad de respuesta no es la misma", a la hora de atender las averías y "está afectando a la prestación del servicio. Es de sentido común que si la compañía cuenta con menos personal porque está en huelga, eso se tiene que reflejar en el servicio".

Los representantes del comité de huelga, por su parte, denunciaron que la compañía contaba con informes desde hace tiempo en los que se advertía del riesgo de reventón de la tubería por el mal estado en que se encontraba. "El tramo de tubería que reventó se ha roto este año cuatro veces y su reparación está presupuestada desde hace cuatro años", explicó el comité que añadió que la rotura "pudo afectar gravemente a la integridad física del operario en servicios mínimos que atendía la instalación", porque "se produjo una inundación de aguas fecales en la estación de bombeo, que alcanzó los dos metros de altura" y provocó un cortocircuito en el sistema eléctrico.

Según los empleados, la avería se produjo por el "deterioro y la obsolescencia" de la tubería, que había sido "denunciado por los técnicos y trabajadores de Emalsa", que reclamaron su reparación. Los trabajadores indicaron que, en lugar de hacer caso a los técnicos, "la inoperante dirección de Emalsa ha decidido forzar la impulsión de aguas residuales" desde la estación del Teatro hasta la depuradora de Barranco Seco, "enviando un caudal superior " a la capacidad de depuración, "pudiendo provocar la parada de la planta y el consiguiente vertido de aguas residuales a través del emisario submarino".

El comité de huelga anunció que en los próximos días denunciará a las autoridades competentes en vigilancia sanitaria y medioambiental otros vertidos que se produjeron antes del pasado lunes, día en el que se lanzaron varios millones de litros de aguas fecales al mar.

"El único sabotaje del que tiene constancia este comité de huelga", añadieron, "es el de los vertidos de aguas fecales y fangos que ha decidido realizar la inoperativa y temeraria dirección de Emalsa a través del emisario submarino", una actuación que constituye un delito ambiental y que "debería ser investigado" por la Fiscalía.

Los trabajadores insistieron en calificar de "absolutamente falsas" las acusaciones de sabotaje por parte de Emalsa y aseguraron que se trata de "averías ordinarias en una red obsoleta y sin mantenimiento, que no pueden ser atendidas porque el 98% del personal está en huelga. Se escudan en supuestos sabotajes para no reconocer su inoperatividad".

El comité de huelga se reúne hoy con la dirección de Emalsa para intentar llegar a un acuerdo que acabe con la huelga.