En 1973 se inauguró la Universidad Laboral de Las Palmas, construida sobre una parcela de 248.000 metros cuadrados en un terreno de la carretera Lomo Blanco, en Tafira Baja. Ahora, el centro se denomina Instituto de Enseñanzas Secundarias (IES) Felo Monzón Grau Bassas y en estos días conmemora sus 40 años de historia con unos actos que recuerdan su pasado y muestran sus innovaciones y el significado que ha tenido para la sociedad canaria durante estas cuatro décadas.

El teatro del centro, donde ayer se celebró el acto institucional, congregó a dirigentes políticos, representantes empresariales, profesores y estudiantes actuales así como a varios exalumnos y antiguos trabajadores. Este escenario se convirtió en un punto de encuentro entre todos los que quisieron rememorar la evolución del actual instituto y así entender su vigente constitución y su constante compromiso con la docencia.

La cita contó con la colaboración del vicepresidente y consejero de Educación del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, quien elogió la importante labor desempeñada por los profesionales de la enseñanza. "De aquí ha salido mucha gente que hoy integra parte de nuestro tejido productivo, de nuestra sociedad", consideró, quien, a su vez, estuvo acompañado por la consejera de Empleo, Industria y Comercio de esta administración regional, Francisca Luengo.

El director del instituto, William Bautista Rodríguez, informó de que para festejar esta efemérides han desarrollado visitas de exalumnos y eventos musicales en días pasados. La próxima semana será el turno de talleres y actividades que irán dirigidas a los propios estudiantes y que han sido diseñadas por aprendices de los ciclos.

Quienes han optado por este veterano centro para su formación con el objetivo de lograr en el futuro un empleo cualificado, coinciden en mencionar que las principales fortalezas son su variable oferta formativa, las infraestructuras y los equipos. Uno de ellos es Kevin Placeres, un joven de 19 años y que ocho de ellos los ha pasado estudiando en el IES Felo Monzón. Ha visto cómo ha mejorado el pabellón, donde se ha invertido dinero para mejorar las canchas. Igualmente, ha sido testigo de los cambios que han repercutido en el profesorado, eventualidad que no implica la decadencia de su calidad. "El centro es diferente, nos da mucha libertad y la zona ajardinada es un espacio que nos sirve de inspiración", señala este estudiante de 2º de bachiller.

En la actualidad, hay casi 1.300 pupilos inscritos, que cursan la Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), el Bachillerato, la Formación Profesional (FP) desarrollada en Programas de Cualificación Profesional, Ciclos de Grado Medio y de Grado Superior.

El cantante Arístides Moreno es una de las personalidades públicas que decidió prepararse en estas instalaciones capitalinas. De hecho, participó la semana pasada en un concierto organizado dentro del programa de actos del 40 aniversario.

El centro educativo se inauguró el 8 de mayo de 1973 como Universidad Laboral. Estas entidades se iniciaron en España en la década de los 50 como espacios de formación académica y laboral. Era una institución educativa, creada en la época franquista, que se convirtió en el referente del aprendizaje de la sociedad, concretamente de los hijos de los obreros. En total, llegaron a gestarse 21 centros de este tipo por todo el territorio nacional, donde el entonces ministro de Trabajo, José Antonio Girón de Velasco, fue quien promovió esta iniciativa y abrió la primera de ellas en Gijón (Asturias) en 1955.

Se estableció un sistema de ayudas, llamadas becas, para que los alumnos que cumpliesen con los requisitos pero que no contasen con suficiente apoyo económico, pudiesen estudiar en estos núcleos. También "se desarrollaban evaluaciones de rendimiento", manifestó José Pestana, secretario del instituto, con la finalidad de valorar la continuidad del alumno.

El centro ubicado en Tafira fue obra de Fernando Moreno Barberá, un arquitecto representante de la edificación española de la segunda mitad del siglo XX. Este especialista de la proyección se basó en muros de construcción tradicional de bloque para dar funcionalidad y una lógica organización a los módulos que compuso en beneficio de los usos de estos espacios. Algunos apuntan que la planificación de los inmuebles en el terreno simula un campus universitario. Moreno propuso un eje central sobre el barranco del Guiniguada. Se accede a los edificios conforme se avanza por el mismo trayecto, siendo el punto final la residencia de los alumnos. Este servicio fue muy importante, sobre todo en la época inicial.

Pedro Lemes, antiguo director del IES Felo Monzón, recapituló algunos hitos importantes de la trayectoria del centro en la jornada de ayer. Por ello, resaltó la vocación de integrar las enseñanzas y la oportunidad de atender las desigualdades, ya que el servicio de residencia, en régimen de internado, fue una baza importante para dar respuesta a la necesidad de cubrir el desplazamiento de los alumnos procedentes de otros puntos de Gran Canaria o de otras islas del Archipiélago y que pretendían realizar sus estudios allí.

Posteriormente, en la década de los 80, esta Universidad Laboral dejó de depender del Ministerio de Trabajo y pasó a manos del Ministerio de Educación. Con ello, se hizo el cambio de nombre para responder al denominativo de Centro de Enseñanzas Integradas Las Palmas. Es cuando "se mejora la oferta de Formación Profesional así como las infraestructuras con las nuevas naves industriales", detalla este profesional.

En este periodo, la institución fue referente en el desarrollo de prácticas de empresas estrechando las relaciones con el sector profesional.

A finales de esta década, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias se hizo con el mando de estas instalaciones. De esta manera, en los años 90 volvió a modificar su apelativo a IES Felo Monzón Grau Bassas, en honor a uno de los artistas más representativos de la Escuela Luján Pérez de Las Palmas.

La institución educativa continuó despuntando con la apuesta en proyectos innovadores y de participación. "Es un centro comprometido con la sociedad" y ha hecho "un esfuerzo en compensación con las desigualdades", aclaró Pedro Lemes.

Uno de los objetivos que siempre ha estado presente es el de proponer novedades que sigan la línea progresiva de la mejora de todo lo que gira en torno a la enseñanza. En este marco, a comienzos del siglo XXI, se sacaron a la luz nuevas fórmulas profesionales y "se convirtió en centro de atención preferente para el alumnado sordo", sostiene el exdirector.

El IES Felo Monzón Grau Bassas siempre ha estado a la vanguardia: se han acogido a proyectos bilingües por un lado, y han puesto en marcha el sistema de gestión de la calidad siendo uno de los primeros centros de la comunidad en obtener la certificación europea de la norma ISO 9001: 2000, en reconocimiento a la calidad alcanzada en el sistema de gestión del centro.

El IES Felo Monzón Grau Bassas se ha definido como objetivo innovar en todo lo que esté a su alcance. Ejemplo de ello es el proyecto de la biblioteca, donde tienen catalogados más de 27.000 volúmenes. Esta estancia ha sido adaptada a las nuevas tecnologías, ya que permite a los alumnos aprovecharse de los puntos con conexión a internet, así como acceder a distintas enciclopedias online. Con este servicio se hizo con el título de biblioteca puntera en Canarias. E. R.