Desireé Ugarte sabe lo que es "moverse en un mundo de hombres". Abierta siempre a cualquier proyecto que implique aprendizaje e innovación, no dejó que nada la parase durante los cuatro años en los que fue marinera. Ahora se abre ante ella un nuevo mar de oportunidades. No tiene miedo a pesar de que no sabe nada de mecánica, pues asegura con firmeza, pero también con cierto punto de timidez, que lo suyo, sin duda, "es emprender". Lo tiene claro y por eso se embarca en una nueva aventura que tiene como destino la incorporación al mundo laboral del sector náutico. Tiene todo un año por delante y 39 compañeros de viaje y de formación. "Es una iniciativa maravillosa", concluye con esperanza la joven de 29 años.

Prevención de riesgos laborales, módulos de Tecnología marítima, salvamento y socorrismo, primeros auxilios, interpretación de planos y Excel y formación transversal en orientación laboral, emprendimiento, búsqueda activa de empleo e igualdad en hombre y mujer son algunos de los puntos que marcarán el ritmo de aprendizaje en las aulas del Instituto de Formación Profesional Marítimo Pesquero de Las Palmas, bajo la tutoría de tres de sus docentes.

"Nuestro esfuerzo es para que ustedes evolucionen como profesionales y que les sirva como empujón para cubrir esas necesidades que tiene nuestra sociedad de buenos profesionales de la mar", se dirige Juan Socorro, director del centro, a los alumnos allí presentes durante la presentación del proyecto que tuvo lugar ayer en la Casa del Marino. Entre ellos se encuentra Ibán Luis Guerra, quien se define entusiasmado con una iniciativa que engloba también a los mayores de 25. "Muchos no sabemos sobre la materia, pero tenemos ganas de aprender", afirma.

Míriam Santana es una de las nueve chicas de plan diseñado para formar de manera práctica y teórica a 40 jóvenes sobre la reparación y el mantenimiento de embarcaciones náuticas. "Algo entiendo sobre mecánica, ya que cursé el primer año de ingeniería industrial y además me encantan los coches y las motos", explica. Por eso, afronta "con ganas" un nuevo reto "que dicen que es de hombres, pero que quede claro que las chicas sí sabemos y al final de curso a ver quién sabe más". Risas y desafío aceptado.

Las Palmas Ciudad del Mar es "un proyecto que se sale de lo común", declara durante el acto de presentación Jaime Romero, concejal de Empleo, acompañado, además del citado director del Instituto, de Mimi González, concejal de Ciudad de Mar, Alejandro Martín y del director del Servicio Canario de Empleo. Con un desembolso de 400.000 euros, la iniciativa aporta conocimientos sobre reparación y mantenimiento naval, de vehículos de motor, así como reparación de equipos electrónicos y ópticos. "Tenemos claro que los jóvenes y las personas sin formación son ejes claves en las políticas de empleo del municipio, porque es ahí donde incide el mayor grado de desempleo. Tenemos un problema grave de formación con más del 84 % de desempleados sin cualificación profesional", apostilla Romero, quien animó a los estudiantes a aprovechar la oportunidad que se les está brindando. "Indaguen, busquen y sean inquietos. Vean esto como un futuro".

Así lo ve Manuel Miralles. Técnico en operaciones de cultivo acuícola, siempre ha buscado trabajos relacionados con el mar y por eso valora el hecho de ser uno de los seleccionados. "Mi esperanza es encontrar un trabajo que me dure toda la vida", comenta. Por lo pronto tiene un año por delante con clases de 7.30 horas de la mañana a 15.00 horas de la tarde, en las que se alternarán teoría y práctica, supervisadas por varios técnicos del Instituto Municipal de Empleo y Formación (Imef). La institución fue la que puso en marcha esta iniciativa el pasado lunes.

Es precisamente la combinación de formación y prácticas uno de los puntos por los que el Servicio Canario de Empleo decide también poner al servicio de esta idea los escasos recursos de los que disponen, en palabras de su director, Alejandro Martín. "Otras de las cosas que nos han llevado a apostar por Ciudad del Mar de Las Palmas de Gran Canaria es que está dirigido a jóvenes, quienes sufren una de las mayores tasas de desempleo, además de desarrollarse en un sector que consideramos dentro de los nuevos yacimientos de empleo". Postura que secunda a su vez Mimi González quien ve en esta coyuntura del alumnado "una oportunidad para hacer de la Isla un destino competitivo a nivel nacional e internacional". "El mar nos ofrece un desarrollo social y económico gracias a nuestros recursos naturales", apostilla.