El banco malo asumirá la propiedad de El Muelle. El consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas aborda hoy la transferencia de la concesión de dominio público, que en 1998 otorgó a Riofisa en Santa Catalina, a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). El actual titular es Puerto Ciudad Las Palmas SA, sociedad que en 2009 vendió el inmueble a Caixa Catalunya, una de las entidades nacionalizadas en el proceso de reforma financiera en plena recesión.

La Sareb fue constituida por el Estado para gestionar los activos inmobiliarios de los bancos intervenidos por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Un paso previo a las ayudas de rescate que la Unión Europea concedió a estas entidades. El banco malo tiene como objetivo la desinversión: esto es, vender los inmuebles que asume, con la mayor rentabilidad posible. Es en este contexto en el que el Puerto le traspasa la concesión de El Muelle, que en adelante pasaría a engrosar su bolsa de bienes en el mercado.

La Sareb tiene un plazo de 15 años para la venta de sus activos, cuya gestión, en principio, sigue siendo de las entidades cedentes. El trámite que ahora se somete al consejo de La Luz culmina el devenir de los problemas financieros que han padecido los titulares del centro comercial durante la crisis. Riofisa, que se convirtió en su primer concesionario el 2 de diciembre de 1998, refinanció en 2012 su deuda de 355 millones de euros para que venciera en diciembre del próximo ejercicio. Caixa Catalunya quedó en los últimos años integrada en Catalunya Banc, finalmente nacionalizada por el FROB.

La conexión Puerto-ciudad

De forma paralela, El Muelle también ha venido sufriendo la caída del consumo doméstico. Hoy es un negocio en el que el 70 % de sus ingresos provienen de los cruceristas. Sin embargo, la actual gestión del recinto prepara la apertura de su primer hipermercado, en la planta baja, y un gimnasio, en la última. El centro comercial, de hecho, es una de las piezas claves en el plan de conexión Puerto-ciudad que preparan de forma conjunta la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de la capital grancanaria, en el que no se plantea la instalación de otros establecimientos que le supongan una competencia directa, más allá de los ya existentes en la trama urbana.

Este plan, cuyo impacto ambiental ya ha sido aprobado por la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) y que tan sólo debe superar un último filtro en pleno municipal, liberará los espacios de dominio portuario para el tránsito ciudadano. Todo se concibe en torno al auge de los cruceros en el Muelle Santa Catalina. Un turismo al alza para el que se aguarda un incremento de visitantes en los próximos años, que tendrán en El Muelle su primera oportunidad de contacto comercial con la ciudad.

Apertura los domingos

El centro aguarda por la autorización de la Dirección General de Comercio del Gobierno de Canarias para poder abrir sus tiendas los domingos, como zona de gran afluencia turística. Una cuestión que no ha sido pacífica y que ha enfrentado a la administración autonómica y la municipal, en el debate para definir los establecimientos y áreas de la ciudad para las que se considera oportuna esta medida. Desde El Muelle, ésta se contempla como una opción estratégica para garantizar su futuro.

Así, se abre un nuevo horizonte para el recinto. Sus problemas financieros han desembocado en la asunción de la concesión de dominio público por parte del banco malo. Pero el planeamiento urbanístico, los horarios comerciales, una nueva oferta de negocios y la mayor afluencia de cruceristas se constituyen hoy en factores que pueden revalorizar el inmueble. El mismo que en 2004 fue designado como el mejor centro comercial del mundo y de Europa, y que ocupa 34.000 metros cuadrados junto al muelle Santa Catalina, en los que se incluyen 1.300 plazas de parking subterráneo.

Salvo un giro inesperado de última hora, el consejo de administración de La Luz pondrá fin a los más de 14 años de concesión de los impulsores originales de uno de los grandes establecimientos de la capital grancanaria. La crisis se ha dejado notar de forma decisiva, pero El Muelle está justo en mitad de la mayor transformación urbana que la ciudad prepara para los próximos años.

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