Pasear por la Avenida Marítima en bicicleta pero a mayor velocidad, hacer una ruta diferente por el barrio de Vegueta, visitar yacimientos arqueológicos guiados y un tentempié a final de camino. El avance tecnológico es un factor que está presente ahora más que nunca. Esta revolución se puede identificar fácilmente en cualquier ámbito. 64 Bike Canarias es la nueva empresa establecida en la capital para ofrecer la última innovación en el sector bicicletero. Mediante el servicio de alquiler de bicicletas eléctricas de última generación, pretenden llegar al grancanario de a pie. Su fin es que se vea este producto como una buena alternativa a la convencional o a otros medios de transporte, por las comodidades y ventajas que ofrece. Un servicio para todos, y no solo para el turista.

Fomentar la conciencia ecológica, ahorrar en combustible, mejorar el tráfico en las calles de la ciudad... Son algunas de las ventajas que se pretenden alcanzar con esta bicicleta de última generación. Además, Fernando Artese, el impulsor de este servicio en el Archipiélago, asegura que detrás de todo esto hay un gran interés social y cultural. Explica que, a través de su empresa, pretende trasladar al Gobierno de Canarias una iniciativa completamente nueva para los grancanarios: "Queremos proponer al Gobierno una idea que creemos que puede funcionar. Nos gustaría impartir, de forma gratuita, cursos de ciclismo a tres niveles: para usuarios comunes que quieran reparar y mantener sus bicicletas; para deportistas que necesitan tener una bicicleta afinada de competencia; y un curso destinado a la salida profesional y preparar a todos los que quieran aprender a reparar bicicletas como empleo. Todo correrá de nuestro gasto, y solo pediremos al Gobierno difusión y un espacio para su desarrollo. Es algo que aún está en el aire, pero queremos proponerlo".

Este empresario expresa que se trata de las mejores bicicletas de este tipo para el usuario "normal". Asegura que la idea no es la de sustituir las bicis convencionales, sino impulsar las eléctricas como un plan alternativo. Para ello, es necesario "inculcar la cultura de las bicis en España, en general, y en Canarias, en particular, como en las ciudades de otros países europeos", defiende. Asegura que "hay que adaptar las calles y promover la concienciación de todos".

Alquilar estas bicicletas es el fin principal para el que se han traído a la ciudad. De momento, la comercialización de las mismas no es algo que se persiga. A pesar de ello, si algún usuario desea comprar una, puede hacerlo en el local donde se tramitan todos los servicios relacionados con el producto. Este se encuentra en la calle General Vives 83, local 4. También, hay un punto de información en la avenida de Las Canteras, a la altura de la Clínica San José.

Unido al alquiler, se quiere prestar el servicio de visitas guiadas para aquellos que quieran conocer la Isla. Por el momento, la empresa ofrece un circuito por el casco antiguo. Al final del recorrido se les da a los clientes un aperitivo y se les obsequia con una foto de grupo y un vídeo de recuerdo. Aunque por el momento solo se tenga esta ruta programada, existen ideas en el aire que se quieren llevar a la práctica. Una visita arqueológica, con el experto Paul Fuentes, es una de ellas. La preparación de la bicicleta, ya comprobada, así como su agilidad para subir cuestas y superar obstáculos, hace que no se cierren posibilidades a cualquier tipo de aventura a disfrutar con este aparato. Su potencia y su capacidad hacen posible el recorrido de cualquier espacio con un mínimo esfuerzo, aunque ejercitando de la misma manera que con la bicicleta convencional.

Peter, de 82 años, es un cliente habitual de la empresa desde que esta abrió hace dos meses y medio. Todos los fines de semana alquila una de estas bicis eléctricas para recorrerse la ciudad. Fernando Artese confiesa que "viene todos los fines de semana con una sonrisa, por el hecho de hacer, sin un gran esfuerzo, lo que hacía en su juventud". Cuenta que, a través de los tres niveles de intensidad, el esfuerzo personal al manejar la máquina puede ser mayor o menor, pero que igualmente "el ejercicio habitual se realiza. Esto solo ayuda".

De momento, se pretende atraer al ciudadano canario. Se quiere implantar este sistema como un medio de uso habitual, más que como un servicio oportuno de ocio. Estas bicicletas pueden ser utilizadas por todos los que cumplan un único requisito: llegar a los pedales. Adultos y niños pueden disfrutar de este aparto de última generación. Pese a ello, es imprescindible que en el alquiler y las visitas, los menores estén acompañados de un mayor.

Los tiempos cambian y las cosas avanzan. Cada día salen al mercado productos que mejoran el día a día del individuo. Algunos prefieren aferrarse a lo de toda la vida. Otros se aventuran en el descubrimiento y uso de lo nuevo. Las bicicletas de toda la vida nunca podrán ser reemplazadas. Ver cómo un niño emprende el camino con su bici sin las ruedas traseras, y su padre detrás orgulloso, es algo que no lo podrá cambiar nadie. Pero las innovaciones hay que saber estudiarlas y ver lo que ofrecen. Muchas veces pueden proporcionar alternativas que influyen en la mejora de la calidad de vida. Que Peter se sienta como cuando era joven es algo que puede crear tanta ilusión como la del niño que deja, por fin, sus ruedas de atrás.