La Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional ha detenido a seis personas por los incidentes ocurridos el lunes en el barrio de Las Rehoyas de Las Palmas de Gran Canaria, cuando una patrulla realizaba labores propias de prevención de la delincuencia.

La intervención policial se saldó con seis detenidos, cinco mayores de edad y uno a punto de cumplir 18 años. Además, cuatro funcionarios sufrieron heridas de diversa consideración y varios vehículos policiales registraron daños materiales.

Los cinco detenidos mayores de edad han prestado este martes declaración ante la juez de Instrucción número 5 de Las Palmas de Gran Canaria (en funciones de Guardia), que les imputa cuatro delitos: atentado contra la autoridad, resistencia a agente de la autoridad, daños y lesiones. Tras declarar, los cinco quedaron en libertad.

A través de un comunicado, la Jefatura Superior de Policía de Canarias ha informado de que los agentes centraron su atención en varios individuos que adoptaron "una actitud esquiva y huidiza" ante su presencia y que uno de ellos se negó a identificarse.

Esta persona comenzó a escupir al vehículo policial y a insultar a los agentes, llegando a empujar a uno de ellos y oponiendo una gran resistencia activa cuando se procedía a su detención, añade la Jefatura.

La Policía explica que, en ese momento, unas 50 personas presentes en la plaza comenzaron a insultar a los agentes y a lanzarles objetos con diversa contundencia, por lo que estos solicitaron el apoyo de otras unidades.

Las agresiones obligaron a los funcionarios policiales a realizar un disparo de fogueo al aire, sin ningún tipo de proyectil, con la intención de dispersar el grupo y que los incidentes no fuesen de mayor gravedad.

Por su parte, el Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha denunciado el "linchamiento social" que, a su juicio, están sufriendo los miembros del Cuerpo Nacional de Policía en determinados servicios de seguridad ciudadana en varios barrios de Las Palmas de Gran Canaria.

En su comunicado, el sindicato ha advertido que ve "con preocupación" como determinados grupos de exaltados intentan intimidar y agredir a los policías para evitar que desempeñen su trabajo, "en un vano intento" para que los agentes no actúen en zonas concretas de la ciudad.

"Desde el SUP ya les decimos que se equivocan, que no van a conseguir que los policías dejen de hacer su trabajo, pues seguiremos prestando servicio allí donde sea necesario para garantizar la seguridad ciudadana", destaca el sindicato.

Esta organización pide "una acción clara, decidida y contundente de defensa de los policías por parte de la Jefatura Superior de Policía y de la Delegación del Gobierno", pues entiende que "no se puede permitir que agredir, insultar o vejar a los agentes sea gratuito".

En su opinión, esas instancias deben emprender acciones legales contra los responsables de las lesiones a los policías y de los daños al material policial y urbano.

"Los delincuentes que los han producido no han de quedar con la sensación de impunidad con la que con cierta frecuencia alardean tras hechos como los de ayer", advierte el SUP.

El sindicato ha felicitado a los policías que intervinieron en ese servicio por su "alto nivel de profesionalidad", que evitó -dice- que en esa situación se produjeran incidentes de mayor gravedad, a pesar de haber sufrido un "bombardeo" de piedras y botellas de vidrio.

Además, el SUP agradece la colaboración de los vecinos que ayudaron a calmar los ánimos de los exaltados.