Caty Torres y José Ramírez fueron una de las parejas que ayer embarcó en el buque Armonía, de la compañía MSC, que por primera vez ha diseñado un itinerario por las Islas y Madeira con puerto base en La Luz. La buena experiencia en un crucero en la misma empresa, aunque por el Mediterráneo, fue determinante para volver a embarcar. Esta vez no viajaban solos sino con un matrimonio amigo - José Antonio Vicente y Araceli Camacho- a los que convencieron para experimentar la comodidad de dormir en alta mar y de despertar cada día en un sitio diferente. "Son viajes muy completos, sobre todo para descansar", cuenta Caty en el mismo muelle de Santa Catalina a punto de dejar las maletas en el buque. Como ellos, cientos de parejas y familias se embarcaron ayer en el buque para disfrutar de unas vacaciones sin estrés.

No es la primera que esta pareja madrileña recala en Gran Canaria. "Lo hicimos hace 31 años de viaje de novios; luego hemos estado en otras ocasiones en Maspalomas", continúa Caty que incluso en una visita reconoció el hotel -Imperial Playa- paseando por Las Canteras, donde pasaron su luna de miel. "Me encanta la Isla, es muy tranquila". El pasado año visitaron Lanzarote y también salieron encantados. También han estado en Tenerife.

Con el crucero tendrán la oportunidad de conocer La Gomera, antes de recalar en Madeira, y La Palma. "Estamos de vacaciones. El resto del tiempo lo pasaremos en Madrid organizando cosas en casa. Yo hubiera preferido que fuera al revés porque estos viajes son fantásticos para descansar", añade Caty, mientras su marido apunta que lo mejor de todo es que dejas el primer día las maletas y te olvidas de todo.

Sus amigos José Antonio y Araceli, novatos en lo que a viajar en un crucero se refiere, esperan que la experiencia sea tan buena como ya les han advertido Caty y José.

Para Frank Snowdon y su mujer Deborah, otra pareja de mediana edad, la experiencia de subirse a un crucero tampoco es nueva. La pareja, procedente de Inglaterra, ha hecho ya tres viajes con MSC. Las razones es que se trata de una "buena compañía" y que los cruceros "no son demasiado caros".

Otra de las parejas que llegó por la mañana a la Isla para embarcarse en el MSC Armonía fue Philipp Nolter y Nicole, informático y funcionaria, respectivamente, procedentes de Francia. Ellos también conocían lo que es un crucero y han repetido por la comodidad que supone "olvidarse de las maletas" durante la ruta. "Estuvimos con otra compañía por Italia y Grecia. Son unas excelentes vacaciones sin tener que caminar", explica Nicole, de origen español aunque sin articular una palabra en dicha lengua.

"Mi madre salió tras la Guerra Civil española y se casó con un italiano. Para integrarse plenamente hablaban en francés por eso no hablo español", se disculpaba en italiano.

La pareja estuvo hace veinte años en Tenerife pero es la primera vez que visitan Gran Canaria. Nada más poner los pies en tierra preguntaron por Maspalomas, pero tras conocer que tendrían que ir en guagua o en taxi y que el trayecto duraba aproximadamente una hora optaron por recorrer Las Canteras y el casco viejo de la ciudad a pie.

La joven Idaira, vestida con el traje típico que usaba la clase alta de Vegueta en el siglo XVIII, repartía mapas de Las Palmas de Gran Canaria a pie del buque a los pasajeros que ya habían pasado por el check-in. "Nos preguntan principalmente a qué distancia está el centro de la ciudad y cómo salir del puerto. Si son más jóvenes buscan la playa", comenta la joven, traductora e intérprete y hablando "3 lenguas bien y 5 regular".

Los viajeros que llegaban por primera vez al MSC Armonía se confundían con los del Aída, que también recaló ayer en Las Palmas de Gran Canaria. El centro comercial El Muelle fue uno de los primeros sitios de la ciudad que notó el ambiente crucerista.