Puerto y Concejalía de Ciudad de Mar recuperan este año la regata de dinghies Pedro Texaco. Una prueba informal que lleva el nombre del que fuera trabajador de la gasolinera de la Marina durante tres décadas. Después de un año de parón, la cita volverá el domingo, con más peso oficial y con el veterano impulsor de la prueba como protagonista. Los botes salvavidas y pequeñas embarcaciones se convierten en un aliciente para muchos de los participantes en la regata ARC, que partirá de la capital grancanaria rumbo al Caribe el próximo día 24.

"Vuelven los dinghies, y además con mi nombre. ¡Tómalo ahí!", confirma con una expresión muy canaria Pedro Pérez Abrante, cuyo nombre no se reconocería en el puerto deportivo sin el mote de Texaco. El impulsor de la ya histórica prueba destila humor y alegría, y "mucho orgullo" por haber logrado consolidar una cita que se recupera "porque me llamó la concejala de Ciudad de Mar [Mimi González], y me dijo que esto había que seguir haciéndolo. Yo ya estaba olvidándome de todo esto del Puerto", confiesa, "pero el gusanillo siembre lo tiene uno dentro".

Don Pedro, natural del Puerto de la Cruz, en Tenerife, es, además, hijo adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria. En la ciudad se siente "como en casa o mejor", aunque precisa que si hay que calificarlo por el lugar de nacimiento, mejor emplear lo de "tinerfeño" en vez de chicharrero, porque "soy de más allá de La Laguna". En Gran Canaria lleva "45 años, ya. ¡Si soy un canarión más", afirma, para cerrar el debate con ironía.

Texaco aguarda que en la convocatoria participen entre medio centenar y sesenta embarcaciones, que, en gran parte, serán tripuladas por los participantes en la ARC. "¿Cómo explico qué es un dinghi?", concreta: "un bote salvavidas, una zodiac o cualquier chalanilla que flote". A eso se remiten los inscritos, que suelen acompañar su aparición con un particular trabajo de personalización del bote, en el que no se excluyen los disfraces. "Es un carnaval en el agua", resume el histórico organizador.

Mañana domingo la cita se fija a mediodía, para recorrer unos 400 metros de lámina de agua dentro del Muelle Deportivo. En los años anteriores la singular pega ha resultado ser un espectáculo digno de verse desde tierra. Y uno de los mejores complementos para la regata transatlántica que cada año reúne en la capital grancanaria a cientos de veleros. Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Autoridad Portuaria, Cabildo y empresarios locales han tejido un programa conjunto de actos que tratan de dar más realce a la prueba, pero, sobre todo, atraer a un público familiar al entorno de la Marina. Ésta recupera de nuevo sus embarcaciones menos ortodoxas.