Los cabildos de Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura han solicitado a la Autoridad Portuaria de Las Palmas varios de los barcos abandonados que permanecen atracados en su recinto, con el fin de hundirlos para el disfrute de buceadores y como atracción turística. El presidente del Puerto, Luis Ibarra, dio ayer cuenta de estas demandas, "además de las de varios ayuntamientos", ya anunciadas meses atrás. Ibarra pedirá la próxima semana al presidente de Puertos del Estado, Vicente Llorca, que agilice los trámites para que se puedan formalizar estas cesiones, y el muelle obtenga más espacio para sus clientes y evite el fuerte gasto que demanda hoy el mantenimiento de esta flota.

La Luz ha emprendido una singular batalla administrativa en los últimos años para poder deshacerse de una amplia flota de buques abandonados que ocupan varios de sus atraques. Barcos de la droga o embarcaciones dejadas a su suerte por armadores que no pagaron sus deudas. En la actualidad son 32 y constituyen todo un quebradero de cabeza para los gestores del Puerto, como se puso de manifiesto esta misma semana: el martes ardía uno de estos viejos navíos, el Petenero, del que fue desalojado un marinero africano. La Autoridad Portuaria, gracias a Salvamento Marítimo, los bomberos, Capitanía Marítima y la Guardia Civil, pudo sacarlo del recinto para hundirlo en alta mar, a ocho millas de distancia, vista la imposibilidad de sofocar las llamas junto al dique Reina Sofía.

"El problema fundamental lo tiene el Puerto de Las Palmas, no hay otros que lo sufran", convino ayer Ibarra, que manifestó que los trámites para poder deshacerse de estos buques "son hoy muy complicados". Además, avanzó que "estamos evaluando cuál es la realidad de estos barcos, y en base a ello intentaremos tomar alguna medida de emergencia". Pero antes, "expresaré a Puertos del Estado que tenemos estos inconvenientes".

"Si hay otras administraciones que quieren estos barcos para emplearlos como atractivos para el turismo náutico, estos buques están ya limpios y no hay inconvenientes desde el punto de vista ecológico, lo lógico es que se le facilite al Puerto deshacerse de ellos, y al mismo tiempo generar un turismo de pecios que nos lo están demandando los tres cabildos de nuestra provincia y algunos ayuntamientos", apuntó el presidente en La Luz.

Ibarra añadió que "durante muchos años nos gastamos el dinero en mantener un barco atracado, y cuando se saca a subasta para destinarlos a chatarra se obtiene un mínimo de su valor. No tiene sentido. Si conseguimos avanzar, conseguiremos más espacio libre y nos ahorraremos esos costes".

Desde la Autoridad Portuaria se subrayó su agradecimiento a los servicios de emergencia que intervinieron el pasado martes en la alerta que provocó el Petenero. El dispositivo estuvo trabando desde casi las diez de la mañana hasta pasadas las cinco de la tarde, para conseguir finalmente su objetivo principal: como no se podía apagar el fuego, se sacó al buque del Puerto sin que se produjeran incidentes en la bocana y el tráfico marítimo no se encontrase ese obstáculo en sus entradas y salidas del muelle.