Los padres acordaron ayer no enviar a sus hijos al colegio Boliche, al considerar que éste no reúne condiciones para impartir las clases con normalidad, y exigieron a la Consejería de Educación que abra el nuevo colegio Siete Palmas, donde hay matriculados 350 alumnos. La asociación de padres y madres considera inaceptable que los niños tengan que dar clases en aulas modulares y da una semana a Educación para que ponga en marcha el Siete Palmas y ha presentado una denuncia en la Fiscalía de Menores.