"Se lo pasan pipa, no hay más que verlos". Da cuenta de ello Mónica Reina, una de las empleadas de Cajasiete que se desplazaron hasta una orilla de la capital grancanaria para animar un relajo programado y auspiciado por la firma financiera. Reina aludía al provecho que hicieron los más pequeños de las diferentes actividades que pudieron disfrutar en Las Canteras durante la mañana de ayer, en la que, como correspondía al sol de verano reinante, aglutinó a un considerable número de usuarios.

Los que otearon las banderolas de Cajasiete colocadas sobre la arena de La Puntilla se acercaron para situar a los más pequeños en el escenario de los juegos. Desde las carreras de sacos hasta el juego del camarero, los niños no pararon de estirar un programa que comenzó en torno a las 11.00 horas y se apagó muy cerca de las dos de la tarde.

Entre medias, la organización repartió gorras en diferentes tonos de verde (el color corporativo de Cajasiete), para identificar a los usuarios de las actividades y aliviarles en parte de la solajera, que durante esas horas fue de justicia en toda Las Canteras. Pero, pese al calor, los infantes, y los había de muy tierna edad, realizaron todo un ejercicio de entusiasmo a la hora de divertirse en un día de playa más animado de lo habitual.

"Hemos repartido más de cien gorras", apuntaban desde la carpa de los promotores. Ese fue el saldo de la distribución, concentrada en apenas un par de horas de la jornada. Mónica Reina, acompañada por las empleadas Vanesa Pérez y Almudena Méndez, recordó que "este es el tercer año que estamos en Las Canteras", dentro de un programa que Cajasiete también extiende en los últimos veranos a las playas tinerfeñas de Las Teresitas y El Médano. La cooperativa agrícola Llanos de Sardina y Danone apoyan un evento concebido para el entretenimiento de los más pequeños.

Aunque no fueron pocos los mayores que dieron buen uso al pequeño photocall que se montó junto al muro que separa la arena de Las Canteras del paseo playero, y que simulaba un refrescante fondo de olas con tabla de surf de pega incluida.

Allí se ejecutaron originales selfies o retratos captados a través del teléfono móvil, aunque estuvo más que atento el fotógrafo de la organización para completar el álbum de la mañana en la playa.

Eso sí, la imagen que causó más revuelo y agitación entre el público infantil fue la que les reunió a todos, monitores y participantes, en una gran foto familiar junto al logotipo levantado en relieve de la compañía. Nadie quiso faltar en el retrato, prueba definitiva de que Cajasiete, efectivamente, terminó por llenarse de arena en apenas un día en La Puntilla.