El Museo Elder de la Ciencia muestra desde este miércoles en Las Palmas de Gran Canaria la evolución que ha sufrido la máquina de escribir desde su invención hace dos siglos, en una exposición que incluye un ejemplar de uno de los objetos más codiciados de la II Guerra Mundial: la máquina "Enigma".

La exposición permite contemplar, en concreto, una de las ocho máquinas de codificación de mensajes que los nazis cedieron al bando franquista durante la Guerra Civil española, una "Enigma" de cuatro rodillos fabricada en 1934 que en la actualidad forma parte de la colección del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).

"Qwerty: Evolución de una especie tecnológica" es una muestra organizada por el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MNCYT) para sumarse a las celebraciones del bicentenario de Charles Darwin y llega a Canarias tras pasar por varias ciudades de la península.

La coordinadora del MNCYT, Ana Correas, reconoce a Efe que entre las 50 piezas que componen la exposición -máquinas desde 1893 hasta casi la actualidad-, la que más interés suele suscitar entre el público suele ser la "Enigma", que durante años proporcionó a los nazis un código que creían inexpugnable, hasta que el matemático británico Alan Turing consiguió descifrarlo para los aliados.

Las máquinas "Enigma" se diseñaron originalmente en Alemania en 1919, mucho antes de la llegada al Gobierno de Adolf Hitler, y no se concibieron para un uso militar o de inteligencia, sino comercial, precisa Correas, aunque pronto se introdujeron en el mundo de las relaciones diplomáticas como método seguro de enviar mensajes.

El modelo que puede verse en Las Palmas de Gran Canaria cuenta con cuatro rodillos de codificación, por lo que es anterior al más sofisticado de seis rodillos que se usó durante la II Guerra Mundial y cuyo funcionamiento no llegó a desentrañarse por completo hasta los años setenta, a pesar de la proeza de Turing.

La "Enigma" es un ejemplo más de los distintos usos que ha tenido en los dos últimos dos siglos la máquina de escribir, en su evolución desde un aparato puramente mecánico hasta el teclado virtual que hoy incluyen casi todos los teléfonos móviles.

La exposición permite comprobar que, prácticamente desde los inicios del invento, se adoptó la disposición de letras "Qwerty" (denominada así por la posición de las letras en el lado izquierdo del teclado), y averiguar curiosidades como que mucho antes que el móvil ya había máquinas de escribir pensadas para una sola mano.

Es el caso de un aparato que permitía a los oficiales de caballería redactar informes con una mano mientras con la otra sujetaban las riendas de su montura.

El ingenio no tuvo mucho tiempo de vida, precisa Ana Correas, pero recuerda claramente al dispositivo con la que toda una generación de niños españoles rotuló su nombre para ponerlo en los libros escolares. EFE