El espacio de 1.150 metros cuadrados de la penúltima nave de El Rincón, derribada ayer por el Ayuntamiento, a la altura del número 35, se transformará en un potrero municipal provisional, a la espera de que se resuelva el Plan Parcial del Sector 13 Almatriche sobre las antiguas conserveras de pescado, aprobado por el Consistorio en 2001, pero anulado en 2008 por la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Canaria (TSJC). El Ayuntamiento necesita descargar los dos depósitos de vehículos de Sagulpa [Sociedad Municipal de Aparcamientos de la ciudad] de los que dispone: el principal, establecido en El Sebadal, con capacidad para 500 unidades, y el segundo potrero, en una parcela alquilada al fondo de El Rincón.

El concejal de Urbanismo del Ayuntamiento Martín Muñoz, que presenció la demolición de la nave junto con la edil de Distrito Isleta-Puerto-Guanarteme, Carolina León, explicó que es una solución provisional hasta que se resuelva este plan parcial, y la Junta de Compensación se reanude para volver a ofrecer a los propietarios unirse a ella. En caso de que lo declinen, este órgano procederá a expropiar los terrenos y se les compensaría con otros en Almatriche, contemplado en el Plan General de Ordenación Municipal del 2012, según indicó el edil de Urbanismo.

Con un presupuesto de 175.793 euros, la empresa Hermanos Tito comenzó a derrumbar la penúltima nave en pie del Barranco de Tamaraceite el pasado jueves, con la retirada de las placas de amianto, y la obra se prolongará 45 días hasta finales de noviembre. Incluye demolición, desmontaje de cerchas, destrucción de instala-ciones eléctricas y gestión de re- siduos. Para mejorar la imagen de la entrada norte de la ciudad, esta intervención se suma a la ejecutada en una nave contigua el pasado mes de agosto, donde ahora se ubica el Aparcamiento intermodal inaugurado el 16 de septiembre, lo que supone entre ambas "18.150 metros cuadrados de espacios ganados para la ciudad", según indicaron desde el Ayuntamiento capitalino.

"Esta actuación se enmarca dentro de las generales que estamos abordando en la parte de la zona norte para mejorar su entrada. En este caso Sagulpa va a ser la titular de la demolición, que lleva a cabo un arrendamiento a los propietarios para traer aquí el depósito municipal de vehículos", explicó Martín Muñoz.

Nave central roja

El Ayuntamiento ha ido derribando de forma progresiva las naves de El Rincón, que contenían las viejas factorías de pescado hasta los años 80, para limpiar de forma definitiva la entrada norte a la ciudad. Según afirmó el edil de urbanismo, el Consistorio ya está negociando el derribo de la última de ellas, la de color rojo, para adoptar una solución similar a la realizada con la penúltima, es decir, arrendamiento de Sagulpa también para depósito de vehículos, en caso de que necesitara más espacio, mientras llega una resolución definitiva del Plan Parcial de Almatriche, anulado por los tribunales, con la reactivación de la Junta de Compensación. Otras actuaciones son la reubicación de la rotonda, distribuidora del tráfico delante del aparcamiento intermodal, y un nuevo tramo de paseo de 250 metros, que conectará la Avenida de Las Canteras con el Atlante, donde enlazará con una senda peatonal construida por el Cabildo de Gran Canaria en paralelo a la GC-2.

Por otra parte, hay que recordar que queda pendiente de resolución el concurso que convocó el Ayuntamiento capitalino a finales de enero de 2013 para construir un hotel de cuatro estrellas de negocios justo al lado del auditorio Alfredo Kraus. La explotación del hotel se realizaría mediante un régimen de concesión del Ayuntamiento que se prolongaría durante 40 años. La empresa adjudicataria tendría que invertir un mínimo de 13 millones de euros en la construcción del complejo hotelero, proyectado con seis plantas de altura. La corporación municipal pretendía, con este establecimiento, consolidar la capital como destino turístico de calidad y de congresos, al lado del auditorio Alfredo Kraus, ubicado justo al lado de la parcela.

En la misma área de las naves de la antigua factoría de pescado, el alcalde Juan José Cardona también contempló la posibilidad de establecer un recinto ferial para ampliar la oferta urbana de ferias, eventos y congresos. Para ofrecer un servicio de salas multiuso para las reuniones, el pliego del concurso público establecía que el hotel debía tener áreas de restauración, de salud, locales comerciales y centro de negocios, entre otras.